Así lo aseguró Juan Carlos Ramírez, director de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe Colombia (CEPAL), durante su intervención en el 2.° Congreso Internacional "Gestión territorial para el desarrollo rural", realizado en la Universidad Nacional de Colombia, que dirigió la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), y las universidades Nacional de Colombia, Javeriana y Autónoma Chapingo (de México), así como otras instituciones.
Según el director Ramírez, en las regiones es necesario tener planes con objetivos e intereses de corto y mediano plazo que se deben empezar a ejecutar inmediatamente; asimismo, se deben generar capacidades flexibles en la actuación.
Es decir, se debe negociar con el Gobierno una serie de asignaciones fijas que permitan una programación con base en la certeza de esos recursos, dar flexibilidad a las discusiones y a la democracia local para asignar prioridades y secuencias en esas inversiones.
Por esa razón son importantes las asignaciones de mediano plazo, pues si solo se tiene certeza de los recursos del año siguiente, estos se van a dispersar y no se podrán completar procesos importantes; en cambio, las propuestas que estén más maduras en el tiempo podrán ser las receptoras de esos recursos.
"El desarrollo de las regiones colombianas y los distintos territorios es diferente debido a sus naturalezas productivas, sociales, geográficas", aseguró el invitado, quien agregó que de igual forma lo son frente al tema de las negociaciones para la paz, con las diferencias institucionales, políticas e históricas de sus comunidades.
En este sentido son importantes las políticas públicas nacionales que permitan que esas regiones sean integradas, en cuanto al sentido de pertenencia y conectividad, a las dinámicas del país, siempre teniendo en cuenta las diferencias, de modo que se construyan políticas con amplias flexibilidades.
En Colombia se ha dado un proceso de años en el que las regiones han comenzado a tener su propia vida, gracias a las reformas de finales de los años 80 y la Constitución de 1991, así como a las reformas a la vida institucional, política y administrativa de los municipios. Sin embargo, en tiempos de conversaciones de paz es necesaria una visión más convencida de hacer las cosas.
"Todas las regiones deben asumir elementos de su propio desarrollo, como responsabilidad y autonomía", afirmó el director, quien agregó que naturalmente se conocen las deficiencias que se tienen en las regiones más apartadas como Chocó y Amazonas, que cuentan entre otras dificultades con problemas de comunicación, distancias y tecnologías.
En este contexto, para un período de posacuerdo, en Colombia se deberá encontrar flexibilidades institucionales para que los territorios puedan integrarse más fácilmente, teniendo en cuenta sus capacidades y costumbres.
Con este congreso se avanza en la conformación de la Red de Gestión Territorial del Desarrollo Rural, pensada para la Construcción de la Paz en Colombia, esta articula universidades regionales lideradas por la U.N. y la Javeriana.