La inmediatez de la recepción y el análisis en tiempo real de la actividad sísmica que se registra en Colombia, entre otras funciones, son posibles gracias al trabajo conjunto entre la academia y la compañía telefónica Tigo.
La alianza permite que datos obtenidos por sensores ubicados en el oriente: Tauramena, Barrancabermeja, Villavicencio, Usme, Zipaquirá, Tunja, San Juan de Río Seco, y al occidente en el Chicoral, entre otros, se transmitan casi inmediatamente a los expertos y académicos de la RSUNAL.
Más allá de la velocidad, esta cooperación ha posibilitado ampliar la capacidad o plan de datos hasta 20 Gb, lo que permite transmitir mayor información.
"En el contexto de calentamiento global se podrían tener sensores de gas, CO2 o metano, y medir estas variables en todas las sedes del país, lo que antes era imposible a corto plazo", explica el profesor Carlos Vargas, director de la RSUNAL.
Esta Red se basa exclusivamente en telefonía móvil y "salvo los sensores" todos los elementos han sido construidos en Colombia por la UNAL. Las señales, que son analizadas desde la academia, llegan a un televisor ubicado en Departamento de Geociencias de la Institución.
La diferencia con el trabajo que realiza el Servicio Geológico Colombiano (SGC), es que la RSUNAL lo hace con fines exclusivamente académicos, como lo hacen grandes e importantes universidades del mundo "como el Instituto Tecnológico de California", que cuentan con redes sismológicas propias.
"Nosotros analizamos los datos, hacemos investigación y formamos personas con esta información; estudiantes de todos los niveles e investigadores usan este sistema", explica el profesor Vargas.
Mientras que el SGC tiene una red permanente, estudiantes e investigadores suelen hacer experimentos, disponen de estaciones en lugares determinados o ubican potenciales explosiones (en minas o canteras) y situaciones irregulares para estudiarlas.
En caso de que haya un evento extraordinario, la Red puede respaldar a la Red Sismológica Nacional; aunque hasta el momento no lo han requerido, la infraestructura y experticia está disponible.
Además de señales sísmicas se registran otras magneto-telúricas, señales electromagnéticas que determinan la resistencia del subsuelo o que otras instituciones no detectan. Estas son de carácter investigativo y permiten dar información para el análisis a largo plazo.
Aunque hasta ahora la aplicación con la red móvil está centrada en la Región Andina colombiana, la proyección es instalar dispositivos en las demás sedes de la UNAL, empezando por Caribe, Medellín, Manizales, La Paz, Palmira, Orinoquia y Leticia.
La RSUNAL además logró instalar la primera estación geofísica colombiana en la Antártida, hecha 100 % en Colombia. "La estación se ubicó en una isla de la Antártida y pronto la señal se recibirá en Colombia en tiempo real", agrega el profesor Vargas.
En el país se ha informado últimamente acerca de la actividad sísmica reiterativa. Durante julio se han percibido 13 sismos, 4 con origen en Panamá y Venezuela, según la Incorporated Research Institutions for Seismology (IRIS).
Sin embargo esto no es inusual, advierte el profesor Vargas: "en Colombia tiembla frecuentemente, por lo cual el código de construcciones ha sido actualizado, pues los últimos gobiernos han dedicados esfuerzos técnicos para que se hagan construcciones más resistentes".