Este sistema de clasificación "desarrollado en 1998 por un médico investigador de apellido D"Amico" está diseñado para evaluar el riesgo de recurrencia después del tratamiento y es uno de los enfoques más utilizados para evaluar el riesgo de cáncer de próstata, el más común en los hombres, de hecho la segunda causa de mortalidad por cáncer en esta población y cuya aparición está directamente relacionada con la edad. Según estimaciones del Ministerio de Salud y Protección Social en el país uno de cada tres hombres mayores de 50 años lo desarrolla.
La clasificación de riesgo se establece a partir de la medición de tres factores: el estadio clínico de la enfermedad, la escala de Gleason (califica los hallazgos de los cambios celulares ocasionados por el cáncer a través de una biopsia transrectal), y el nivel del antígeno prostático, una proteína producida por las células de la glándula prostática cuya presencia en la sangre se mide para diagnosticar la enfermedad.
La doctora Pamela Andrea Perdomo Barbosa, especialista en Urología de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL), explica que "con dicho sistema se establecen grados de pronóstico y factores para la recaída, según lo cual decidimos hacer o no algunos tratamientos".
En su investigación estableció para el caso colombiano si existía o no una relación entre el número de estos factores de riesgo y la recaída en pacientes sometidos a la cirugía.
"Esta es una herramienta internacional de categorización del riesgo, pero no se había confirmado para la población colombiana, por lo que obtener datos específicos permitió establecer que nos ajustamos a lo reportado en la literatura, además de aportar al conocimiento de la enfermedad en el país, algo importante en una patología con un comportamiento clínico variable", afirma.
Herramienta útil
El estudio se realizó a partir de la información de la historia clínica de 214 pacientes a quienes se les realizó prostatectomía radical en el servicio de Urología Oncológica del Instituto Nacional de Cancerología entre el 1 de marzo de 2007 y el 31 de diciembre de 2016. De estos se eligieron 204 que cumplieron con el criterio de inclusión de contar con al menos uno de los tres factores de riesgo intermedio de D"Amico (estadio clínico T2b, puntuación de Gleason de 7 o un valor inicial del antígeno prostático sérico mayor a 10 y menor o igual a 20 ng/ml).
Otros criterios fueron: ser mayores de edad, no haber tenido tratamiento previo para el cáncer de próstata, contar con el diagnóstico histopatológico de la enfermedad y tener seguimiento de al menos 12 meses después del tratamiento quirúrgico.
Con esta base de datos se compararon las características de los pacientes antes y después de la cirugía para ver cómo se comportaban y si se presentaba una recaída bioquímica de la enfermedad en este grupo de pacientes de riesgo intermedio, es decir si el cáncer reaparecía. Además se analizó si alguna de las combinaciones cuando se presentan dos factores D"amico también aumentaba el riesgo de reaparición de la enfermedad.
Así, se constató que el 38,2 % de los pacientes con los que se realizó el estudio recayó después del tratamiento quirúrgico, datos que coinciden con la literatura científica. Además se estableció que existe un mayor riesgo de recaída según el número de criterios de riesgo intermedio de D"Amico, pues los pacientes que presentaron dos criterios de riesgo intermedio recayeron más.
Sin embargo no se documentaron diferencias significativas entre los subgrupos de asociación probables de las parejas de factores D"Amico presentadas, ni se estableció un factor de riesgo que imperara más entre los casos de recaída.
Para la investigadora, los pacientes que tienen dos factores de riesgo en esta clasificación son los que probablemente van a tener recaída bioquímica, así que esta sigue siendo una herramienta útil para la práctica clínica.