¿Qué factores influyen en las conductas sexuales de adolescentes en Bogotá?
Karen Tatiana Santacruz Pardo, estudiante del Doctorado en Enfermería de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL), autora del estudio, recuerda que “la autoestima se refiere a la valoración y satisfacción que cada persona tiene de sí misma”. En su trabajo, este factor tuvo la puntuación más baja en las adolescentes.
“Una baja autoestima puede influir en las decisiones que toman los jóvenes en cuanto a su sexualidad, llevándolos a buscar afecto o aceptación a través de conductas de riesgo”, dice.
Por otro lado, la autoeficacia es la confianza en las propias capacidades para lograr metas y manejar situaciones desafiantes. En este factor las mujeres también presentaron niveles más bajos frente a los hombres. “En el ámbito de la sexualidad, una alta autoeficacia les permite negarse a tener relaciones sexuales si no lo desean, o exigirle a su pareja que use métodos de protección”.
Por último, la resiliencia se entiende como la habilidad para recuperarse de eventos negativos y superar obstáculos, y está también fue particularmente baja en las mujeres en comparación con los hombres. “Las personas resilientes tienen una mayor proyección de sus metas a pesar de las dificultades en su entorno”.
“Cuando los niveles de dichos factores son altos se reducen las conductas sexuales de riesgo como no usar métodos anticonceptivos”, destaca la doctora en Enfermería.
Para su estudio, la enfermera Santacruz trabajó con 458 estudiantes de entre 15 y 20 años residentes en localidades como Ciudad Bolívar, Rafael Uribe Uribe, Tunjuelito, Usme y algunos sectores de Kennedy. “La muestra fue de 247 mujeres y 211 hombres, provenientes mayoritariamente de estratos 1 y 2. Con su autorización y la de sus padres, indagamos factores como escolaridad y ocupación de los padres, composición familiar y estrato socioeconómico de la vivienda”, explica la autora.
Uno de los resultados más impactantes es que aunque la mitad de los participantes ya había iniciado su vida sexual, solo el 22 % de ellos señaló que usan métodos anticonceptivos, lo que los pone en riesgo de embarazos no planeados, a pesar de que todos manifestaron no querer tener hijos pronto.
Se trata de un dato muy importante si se tiene en cuenta que, según información preliminar del DANE, entre el 1 de octubre y el 31 de diciembre de 2023 nacieron en Bogotá 928 bebés de madres con edades entre los 10 y 14 años.
Además, solo 106 de los 215 estudiantes (49,3 %) que ya habían iniciado una vida sexual afirmaron que siempre usan preservativos, es decir que 109 jóvenes estarían expuestos a infecciones de transmisión sexual (ITS). “Estas cifras coinciden con la literatura, en la cual se sugiere que aunque este segmento de la población conoce los métodos anticonceptivos y de protección, existen otros factores que influyen en su decisión de no usarlos”, señala.
Con ello también se destaca que los estudiantes que se identificaron con orientaciones sexuales diversas, como bisexual o pansexual (atracción hacia todos los géneros), también presentaron niveles más bajos de autoestima, autoeficacia y resiliencia en comparación con los grupos heterosexual y homosexual.
De otra parte, y contrario a lo que sugiere la literatura, en este estudio la presión de la pareja no fue un factor determinante para iniciar la vida sexual en los 215 estudiantes.
“Solo 17 estudiantes (8 %) manifestaron sentirse presionados por su parejas, y el porcentaje de presión por pares fue de menos del 5 % (11 alumnos), lo cual contrasta con datos de otros estudios que indican que dicha presión es un factor importante en esta decisión”, señala la magíster Santacruz.
Estos factores se midieron a través de instrumentos internacionales traducidos al español con preguntas como: ¿Qué tan valioso se siente usted? ¿Cómo encontrar la manera de obtener lo que quiero? ¿Puedo resolver problemas difíciles sin esfuerzo de autoestima? ¿Me siento lo suficientemente capaz de poder realizar determinada actividad?, entre otras.
Al aplicarlos se obtuvo una medición en categorías muy bajo, bajo, normal, alto, y muy alto. Los puntajes detrás de estos se sometieron a análisis estadísticos.
La enfermera Santacruz enfatiza en que “estos resultados evidencian la necesidad de generar intervenciones que no solo sean ‘use un condón’ o ‘tome pastillas’, sino que aborden qué conductas y habilidades sociales los llevan a tomar sus decisiones, para prevenir riesgos como embarazos no planificados e infecciones de transmisión sexual”.