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Desarrollo Rural

Pudrición negra del cacao aumentaría según la condición climática: estudio pionero en la Amazonia

    El cultivo de cacao se ha convertido en una alternativa clave para la sustitución de cultivos, construcción de paz y comercio agrícola en Colombia. Una de las principales enfermedades que afecta esta plantación es la pudrición negra, cuyo patógeno fue identificado y descrito por primera vez en la Amazonia gracias a una investigación realizada por la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) y financiada por la Universidad de la Amazonia.

    Con este estudio se logró establecer cómo se relaciona esta enfermedad con las condiciones del clima, aportar a la escasez de información sobre las afecciones al cultivo y contribuir al manejo y control de dicha enfermedad, lo que a su vez fortalece el acceso a mercados internacionales de comunidades agrícolas golpeadas por el conflicto armado que se dedican a esta producción.

    Según la ingeniera agroecóloga July Andrea Rojas Castillo, magíster en Ciencias Agrarias con énfasis en protección de cultivos de la UNAL, “Colombia se posiciona como uno de los principales productores de cacao fino y de aroma, al ocupar el 10º lugar en la producción mundial de cacao en grano”.

    El cultivo de cacao en Colombia se presenta en fincas de pequeña a mediana escala y para el caso del Caquetá se ha consolidado como una alternativa de producción en áreas caracterizadas por elevados índices de pobreza y conflictos sociales, a menudo desplazando a los cultivos ilícitos, según menciona la investigadora.

    En el país hay 188.000 hectáreas dedicadas al cultivo de cacao, distribuidas en 27 departamentos, generando un total de 96.295 empleos, logrando así ser el sustento de 65.351 familias, según el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural (2020). En este contexto, “para el año 2021 Caquetá aportó 2.265 toneladas a la producción nacional del país, con producciones destacadas en los municipios de La Montañita, El Doncello, El Paujil, Belén de los Andaquíes”, según datos expuestos por la magíster.

    El cacao ha sido propuesto como un producto clave la transición agraria por parte del Programa Nacional Integral de Sustitución de Cultivos de Uso Ilícito (PNIS); lo que ha impulsado su cosecha, producción y consumo, promoviendo la paz en territorios rurales y el desarrollo en las comunidades productoras de cacao a través del fortalecimiento al acceso a mercados internacionales.

    Desde 2018, municipios del norte y sur del Caquetá, han participado en proyectos que fortalecen la competitividad del cacao y sus productores con mercados internacionales, a través de la certificación orgánica, proceso por el cual obtienen la calificación de insumos ecológicos. Un proceso para el cual es necesaria la identificación de los patógenos.

    “Sabemos que el factor fitosanitario, es decir, las herramientas utilizadas para prevenir y controlar plagas o enfermedades para hacer más eficiente la producción, son muy importantes a la hora de llevar a cabo un cultivo comercial porque estas son las que mayor afectan la productividad, entonces la Amazonia no contaba con un diagnóstico de enfermedades ni la especie concreta que estaba afectando al cacao”, sostiene la ingeniera Rojas.

    Debido al impacto social y al potencial agroecológico que genera este cultivo, la ingeniera realizó su investigación con comunidades beneficiarias del proyecto Territorios Caqueteños Sostenibles para la Paz, una apuesta por la conciliación y el desarrollo agrícola del departamento, que contó con la financiación del Fondo Fiduciario para la Paz de la Unión Europea, el Instituto Camões, de Portugal, y contrapartidas locales. Este proyecto apoyó la zona norte con el fortalecimiento de la producción de cacao, café, caña panelera y plátano en La Montañita, El Paujil, y El Doncello que en tiempos de guerra fueron dominados por grupos armados.

    Incidencia de la enfermedad durante la temporada de lluvias

    “El cultivo de cacao se ve afectado por enfermedades bacterianas, fungosas, virales, entre otras, como Phytophthora spp. (oomycete), siendo esta una de las más graves, ya que causa pudriciones en frutos, aftas de tallos, tizón de las hojas y pudrición de las raíces”, según expone la investigadora en su estudio.

    Es decir, “los primeros síntomas que se van a observar en el período de incubación es una mancha parda de color marrón con bordes definidos, la cual a medida que va creciendo toma una coloración negra, por eso se llama pudrición negra del fruto, y tiene bordes definidos. Esta puede iniciar desde la zona central del fruto o en cualquiera de los dos extremos, parte superior o inferior”.

    Luego inicia el periodo de latencia “allí se observan los signos de la enfermedad y los cuerpos fructíferos del patógeno se pueden observar como un polvillo blanco sobre la mancha negra”, añadió.

    Las epidemias ocasionadas por este patógeno, según expone la investigadora, “pueden iniciarse a partir de propágulos en el suelo, cojines florales, cortezas, chancros de tronco y, frutos infectados, especialmente en ambientes húmedos con humedad relativa superior al 80%, condiciones características de los municipios Belén, La Montañita, El Paujil y El Doncello del Caquetá”.

    Esta identificación se logró a través de un proceso que pasó por la recolección de datos, aislamiento y purificación de las muestras; identificación de especies, morfológica y molecularmente; pruebas de Patogenicidad de los aislados en frutos de dos clones comerciales de cacao, que son plantas genéticamente idénticas obtenidas a partir de una planta madre mediante injertos, estacas o cultivo de tejidos, analizando la severidad de la enfermedad en diferentes condiciones para finalmente realizar un análisis estadístico con el fin de determinar la relación entre la incidencia de la enfermedad, variabilidad morfológica y molecular, severidad y, factores ambientales.

    “Se obtuvieron 114 aislados, distribuidos en siete morfotipos de esporangios y patrones coloniales, con Phytophthorapalmivora identificado como el agente causante de la enfermedad. La investigación también reveló diferencias significativas en la severidad de la enfermedad entre las temporadas secas y de lluvias, así como entre los diferentes clones de cacao”, expuso la investigadora Rojas.

    “Sabemos que la primera instancia para realizar un manejo de enfermedades exitoso es saber a qué nos enfrentamos, o sea, cuál es el patógeno que está afectando la productividad de cacao para así mismo poder realizar un plan de manejo. Nosotros hemos dado como una base de conocimiento para poder realizarlo”, añadió.

    Aporte a las comunidades campesinas hacia el mercado internacional

    Si bien esta investigación contribuye al conocimiento científico sobre Phytophthora en cacao, también proporciona información crucial para el desarrollo de prácticas agrícolas más efectivas y sostenibles en la región, llevando el conocimiento a las comunidades campesinas a través de cartillas, jornadas de podas de mantenimiento y monitoreo con el fin de retirar partes que están siendo afectadas.

    Aunque algunas de estas prácticas ya son implementadas en la rutina de cultivo de los campesinos de manera artesanal, la idea era apoyarlos con la caracterización y mayor concientización del problema producido por el oomycete, y así obtener el aval para exportar su producto.

    El profesor Alberto Rojas Triviño, magíster en Fitopatología, Doctor en ciencias Agrarias y director de la tesis, expuso que es “un factor muy importante, principalmente para la UNAL, que profesionales formados allí participen y sean pioneros en llevar este conocimiento y aplicarlo en esta región del país”.

    Finalmente, la ingeniera July Andrea Rojas Castillo, magíster en Ciencias Agrarias agregó que este proyecto reconoce que “el sector cacaotero está generando un gran impacto en cuanto a los Acuerdos de Paz, la restitución de cultivos ilícitos” y resalta la importancia de seguir trabajando de la mano desde la academia y las comunidades campesinas.