Proteínas fetales mejoran el monitoreo de la gestación en yegua criolla colombiana
En una curiosa proteína producida por el hígado del feto estaría la respuesta para monitorear mejor la gestación en yeguas criollas colombianas. Fotos: Karen Reina Rueda, magíster en Salud y Producción Animal de la UNAL.
Ultrasonografía de la órbita ocular fetal.
Muestras de sangre tomadas en la vena yugular de las yeguas.
El estudio ayudaría a detectar mejor enfermedades y problemas en el feto, mejorando los nacimientos de más crías.
Karen Reina Rueda, magíster en Salud y Producción Animal.
Según organizaciones como la Asociación de Criadores de Caballos Criollos de Silla (Asdesilla) y la Federación Nacional Colombiana de Asociaciones Equinas (Fedequinas), el mercado del caballo criollo mueve cerca de 5,4 billones de pesos anuales en el país, y en 2018 aportó cerca del 0,64 % al PIB; por eso, determinar las condiciones en que nacerá una cría es indispensable para evitarles cuantiosas pérdidas económicas a los productores.
Ante el desconocimiento y la falta de vigilancia clínica de las yeguas criollas colombianas, la investigadora Karen Reina Rueda, magíster en Salud y Producción Animal de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL), asegura que tecnologías como la transferencia de embriones o la producción in vitro –que busca tener más de una cría al año– ha avanzado a grandes pasos, pero que el monitoreo de la gestación aún está comenzando a galopar para seguirle el paso.
Por esta razón evaluó una proteína que en la literatura se ha identificado como un factor que podría estar relacionado con el diagnóstico de enfermedades tanto en el feto como en la placenta, y de la que en Colombia poco se ha hablado, pese a que puede provocar abortos. De hecho, en humanos se han asociado altas concentraciones de la proteína con algunos tipos de cáncer, e incluso con el conocido síndrome de Down.
El trabajo consistió en monitorear mes a mes a 21 yeguas que estaban entre los 7 y 11 meses de gestación, en municipios de Cundinamarca, especialmente Tabio, Tenjo, Guasca y Cajicá, ya que allí hay una presencia importante de este tipo razal de yegua (llamado así porque aún se sigue estudiando si es o no una raza); también se estudiaron algunas hembras que se tenían en la UNAL.
Se les hizo un seguimiento con muestras de sangre de la vena yugular (que recoge gran parte de la sangre de la cabeza y el cuello), además de ultrasonografías, técnica para mirar el feto que no se había estudiado a fondo para este tipo de hembras.
“La alfa-fetoproteína nunca se había evaluado mes a mes en estas yeguas, y se encontró que los niveles disminuyen entre el octavo y onceavo mes de gestación, lo cual indica que sí hay un cambio en esta proteína a lo largo del tiempo”, afirma la investigadora, integrante del Grupo de Reproducción Animal y Salud de Hato, quien trabajó con los profesores de la UNAL Harvey Lozano, Jorge Zambrano y Claudia Jiménez, de la Facultad de Medicina Veterinaria y de Zootecnia.
Según ella, se debe seguir evaluando para ver si en alguna muestra hay un crecimiento desmedido, momento en el que se podría hablar de la presencia de alguna enfermedad en la placenta.
Añade que durante el décimo mes se encontró una mayor concentración de la proteína en las yeguas, con hasta un 73,23 picogramo por litro; también se evaluaron y compararon los valores de las hembras con las de los machos, y se halló que en el octavo mes estos tenían valores más bajos.
“En general la vigilancia clínica no se realiza en ninguna raza, aunque sí hay estudios de la proteína en otro tipo de yeguas de mayor tamaño, comúnmente de razas de salto o de competencia, por lo que la yegua criolla colombiana, que es más pequeña, queda relegada, aunque tiene una marcada importancia económica en el país”, indica.
Para determinar los cambios en la proteína se utilizó una prueba de enzimoinmunoanálisis de adsorción, también conocida como ELISA, en la cual el suero de la sangre interactúa con algunos anticuerpos. Luego las muestras se llevaron a un espectrofotómetro, en el que se observa la presencia y concentración de la proteína por medio de distintos colores.
Algo muy importante para saber la condición del feto es el tamaño de la aorta, una arteria del corazón que permite determinar el peso y tamaño de la futura cría, y que va aumentando durante la gestación.
Además, por primera vez se midió el globo ocular de estas etapas de gestación en grupo racial criollo colombiano, en donde se tienen valores más bajos que los que de otras razas. Esto es importante porque permite tener datos propios que den cuenta de lo que ocurre en el país, y no solo en regiones como Brasil, que lleva la delantera en estos estudios.
Según la investigadora, gracias a estos análisis se podrían generar estrategias de monitoreo más sencillas en cada región, pues hoy no existe un laboratorio al que simplemente se pueda acudir para este servicio, entre otras razones por los altos costos.