Productores de café y cacao iniciarán transición agro-ecológica en Roldanillo y Tumaco
Durante año y medio, investigadores e la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) Sedes Palmira, Manizales, Bogotá y Tumaco, y 65 familias de las organizaciones Asocandelillas y Agropiñuelas, de la vereda Candelillas (Tumaco, Nariño) y 25 familias organizadas en la Junta de Acción Comunal (JAC) de la vereda Buenavista (Roldanillo, Valle del Cauca), trabajarán de manera conjunta para iniciar un proceso de transición hacia la agroecología, un tipo de agricultura alternativa frente a las prácticas convencionales, por lo general basadas en el despilfarro del agua, los productos químicos y los monocultivos.
La agro-ecología es una disciplina científica dedicada a desarrollar un conjunto de prácticas agrícolas sostenibles con el medioambiente; por ejemplo, algunas de las más conocidas son el manejo integrado de plagas mediante el uso de controladores biológicos como hongos antagonistas e insectos benéficos, la rotación de cultivos para promover la diversidad, la siembra intercalada y el empleo de variedades resistentes a plagas.
La agro-biodiversidad es otra práctica importante para fomentar la resiliencia de la unidad de producción ante plagas y enfermedades, y el uso de abonos orgánicos y abonos verdes que beneficia la fertilidad del suelo para mejorar la nutrición de los cultivos, así como el retorno de residuos de las cosechas para incrementar las reservas de carbono en el suelo.
Por ejemplo en Tumaco el cultivo de cacao se ve muy afectado por enfermedades como la monilia –causada por el hongo basidiomyceteMoniliophthora roreri–, que pudre el fruto del cacao, y la escoba de bruja –producida por el hongo M. perniciosa–, que deforma, pudre y mata ciertas partes del árbol.
Estas enfermedades reducen la producción de los cacaotales, pese a su potencial; por ejemplo, en vez de producir entre 800 y 1.000 kilos por hectárea al año, apenas se cosechan unos 200 kilos por hectárea al año, una situación que afecta los ingresos de los agricultores.
Con respecto al café, en Roldanillo el cultivo se ve afectado por la escasez de agua en tiempos de verano, lo que repercute en la calidad y producción del sistema.
En este contexto la biotecnología entra a jugar un papel fundamental, pues aprovechando su potencial, los expertos de la UNAL buscarán, en el caso del café, que las plantas tengan una mayor resistencia a periodos de sequía, mejorando las condiciones del suelo.
En cuanto al cacao, planean utilizar bioinsumos (productos que se obtienen a partir del procesamiento de materia vegetal y del aislamiento de microorganismos vivos) elaborados a partir de excretas de gallinas y residuos de podas y de cosechas, entre otros, para someterlos a procesos que median microorganismos, bacterias u hongos.
La escasez de mano de obra que se refleja en la distribución demográfica de Roldanillo también es una preocupación; según el DANE, en 2023 Roldanillo cuenta con 37.667 habitantes, de los cuales 19.772 son mujeres (52,5 %) y 17.895 son hombres (47,5 %). Sin embargo, en la zona específica de Buenavista en Roldanillo ellas representan un alto porcentaje de la mano de obra en los sistemas productivos.
Sobre esto, Cristian Nacianceno Parra, investigador del Instituto de Estudios Ambientales (IDEA) de la Sede Palmira, señala que “cargar bultos de abono de casi 50 kg para fertilizar bien el suelo es un trabajo pesado”. Por eso plantean estrategias de asociatividad entre plantas.
“Esto implicaría sembrar leguminosas u otras especies junto a los cultivos de café, las cuales fijarían nitrógeno o mejorarían otras características del suelo, beneficiando así el café y reduciendo la necesidad de transportar fertilizantes pesados por las pendientes de los sistemas productivos”, agrega el experto.
El desarrollo del proyecto intersedes “Biotecnologías para la producción y transición agro-ecológica en sistemas productivos de café y cacao en comunidades campesinas del Valle del Cauca y Nariño” es liderado por la profesora Judith Rodríguez del IDEA de la UNAL Sede Palmira, y en él también participan los profesores Álvaro Acevedo, Stella Cadavid, Amanda Ortiz, Patricia Noguera y Wilman Delgado.
Los insumos agrícolas convencionales más comunes en la producción de café y cacao incluyen fertilizantes químicos, pesticidas, herbicidas y fungicidas. Estos se aplican con el objetivo de promover un crecimiento óptimo de las plantas y protegerlas de plagas y enfermedades.
Sin embargo, “en las comunidades de Tumaco y Roldanillo hay una clara preferencia por evitar estos insumos, ya que también reconocen que traen consigo problemas ambientales y productivos a largo plazo, eligiendo en su lugar prácticas más sostenibles y ecológicas”, señalan los académicos.
En ese sentido, el enfoque de la UNAL es impulsar el autoabastecimiento de bioinsumos entre estas comunidades y avanzar hacia una transición agroecológica. El objetivo es proporcionar resistencia natural a plagas y enfermedades. Estas soluciones se desarrollarán de manera técnica y en colaboración con las comunidades campesinas, potenciando así sus habilidades en investigación e innovación.
La adopción de bioinsumos reduce la dependencia de productos químicos y mejora la nutrición de los cultivos, llevando a una agricultura más sostenible y en armonía con el medioambiente. Dicha transformación se traduciría en una reducción de costos para los productores y en la producción de alimentos más saludables para el consumidor. A largo plazo se espera que el proyecto consolide y fortalezca a las comunidades campesinas, impulsando una producción ética y sostenible en las regiones participantes.