Cerca de 1.673 especies, pertenecientes a 80 familias y 18 órdenes, hacen parte del primer y más completo catálogo de insectos primitivos puesto a disposición de la comunidad científica. El inventario fue realizado por los entomólogos Germán Amat y Fernando Fernández, del Instituto de Ciencias Naturales de la Universidad Nacional de Colombia en Bogotá.
Los insectos son el grupo de animales más grande que habita el planeta (entre el 60% y el 75% de todos los seres vivos). La mayoría aparecieron hace miles de millones de años, y a lo largo de su evolución han presentado cambios en su forma externa (morfológicos) y en sus órganos internos (fisiológicos), así como en su estilo de vida y adaptaciones al medio.
Los más antiguos
Los insectos primitivos se diferencian del resto porque su registro geológico los ubica en periodos como el Carbonífero de la Era Primaria, caracterizado por sus grandes extensiones de bosque que quedaron sepultadas dando origen al carbón. En esta etapa abundaban los anfibios pero aún no existían los dinosaurios, y los continentes estaban a punto de unirse en el megacontinente conocido como Pangea.
El profesor y especialista en hormigas Fernando Fernández explica que los animales que se conocen hoy en día como los escarabajos, las moscas, los zancudos, abejas y cigarras, tuvieron como ancestro insectos sin alas, solo que cada uno tuvo diferentes formas de evolución.
También se ha podido determinar que no tenían cópula o sexo directo. El apareamiento entre macho y hembra no ocurría a través de la penetración del órgano masculino en el femenino para asegurar la fecundación, sino que se daba de manera indirecta, es decir, el macho ponía el esperma en el suelo o en una especie de tejido como tela de araña y obligaba a la hembra a acercarse y tomarlo.
Hoy este proceso natural se observa en los escorpiones "cuyos fósiles más antiguos datan de hace 410 millones de años", que realizan una danza en la que el macho toma de las pinzas a la hembra y la invita a caminar por su estera de esperma.
Novedades evolutivas
Entre los grupos de insectos primitivos que han tenido variaciones evolutivas se encuentran las termitas, derivadas de la fusión de cucarachas con microbios. Se caracterizan por digerir la celulosa de la madera cuando se descompone.
Otro ejemplo son los escarabajos estercoleros, que se alimentan del excremento de las vacas, ayudando así a que la tierra no se inunde de esta materia.
El profesor Fernández explica que todas las hormigas, algunas abejas y avispas se destacan por su sociabilidad. Tienen una hembra reina que se reproduce sola, todas sus hijas son estériles y tienen la función de proteger la colonia y buscar alimento para las crías. "Es una novedad evolutiva reciente, y por ello no se pueden ver sus fósiles como ocurre con los insectos primitivos".
"Los insectos están ligados al funcionamiento de la tierra, pues una buena fracción son desintegradores; si no existieran, la materia se acumularía, no habría reciclaje y la energía no fluiría", señala el profesor Amat.
Pescadito de plata (Zygentoma)
Esta especie, una de las más antiguas, es fácil encontrarla en baños y cocinas. Su hábitat son las grietas, los huecos, el sótano y las alfombras por el cúmulo de hongos, moho y celulosa. Su forma es plana y alargada, mide entre 1,2 y 2,5 cm y su color es plateado o gris brillante. Hace parte de un antiguo linaje de insectos que no poseen alas y viven entre uno y seis años.
Libélulas (Odonata)
Son conocidas como caballitos del diablo y tienen ojos grandes y compuestos, es decir, con miles de unidades receptivas llamadas omatidios, formadas por células capaces de distinguir la presencia y ausencia de luz y diferenciar colores. Este insecto, contrario a sus contemporáneos, posee dos pares de alas transparentes y fuertes y abdomen alargado.
Las libélulas son depredadores, viven cerca de los lagos, los charcos, los ríos y los pantanos. Se alimentan de mosquitos, abejas, polillas y mariposas, limpiando el ecosistema de moscas transmisoras de enfermedades como el dengue y la gastroenteritis.
Cucarachas (Dictyoptera)Son repulsivas para muchas personas y algunas especies de este orden transportan bacterias patógenas, microorganismos causantes de enfermedades y alergias, que las convierten en amenaza para la salud.
De las más de 4.000 especies que existen, son unas pocas las consideradas plagas o molestias para el humano, pues viven en las cocinas, basuras e inodoros. En la naturaleza son importantes como procesadores de la materia orgánica que se acumula, garantizando así, paradójicamente, la salud de los ecosistemas.
Tijeretas (Dermaptera)
Son insectos oscuros, rojizos, de antenas cortas, fáciles de identificar por un tipo de tijeras al final de la punta del abdomen llamadas fórceps, con las que pueden intimidar al enemigo. Son totalmente inofensivas para el ser humano.
La tijereta excava unos centímetros debajo del suelo, de una piedra o pedazo de madera para depositar los huevos mientras la hembra permanece con ellos hasta su desarrollo. Se alimentan de materia orgánica en descomposición y ocasionalmente de vegetales u otros insectos.
El primer catálogo de insectos primitivos también contiene la descripción del cola de resorte (Collembola), los insectos saltadores de roca (Archaeognatha), las moscas de mayo (Ephemeroptera), las moscas de la piedra (Plecoptera), los insectos palo (Phasmida), los tejedores de redes (Embioptera) y los insectos ángel (Zoraptera).
Herederos
El inventario de la diversidad de insectos empezó en el país con la Expedición Botánica del Nuevo Reino de Granada, en cabeza de José Celestino Mutis, trabajo que continuaron en Cundinamarca Jorge Tadeo Lozano y Fray Diego García, quien lideró el tema entomológico durante el siglo XVIII.
"La tarea es consolidar información y acercarnos a un catálogo real de la biodiversidad de insectos del país, viable en la medida de la capacidad investigativa del recurso humano y de las voluntades institucionales y del Gobierno", anunció Amat.