Esta propuesta genera inquietudes en las poblaciones, ya que algunos de los barrios afectados son de interés cultural y no se sabe qué va a pasar con ellos. Algunos de los terrenos en los cuales se han identificado tales preocupaciones son Pablo VI, La Esmeralda y El Greco, y el proceso de renovación se daría en torno al Centro Administrativo Nacional (CAN), el Polo Club y los Andes.
Por ello, los habitantes de estos sectores han protestado con velatones, pancartas y escritos. "Una carencia que tiene la ciudad es que no hay canales de expresión política moderna, es decir, la gente sale a protestar pero el espectro político desconoce los temas urbanos y no se hace eco de los temas".
Así lo afirmó Fernando Viviescas, profesor del Instituto de Estudios Urbanos (IEU) de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL), quien participó en el programa Observatorio de Gobierno Urbano que se emite en UN Radio.
Para el docente, el POT no está pensado en la ciudad sino en la ganancia inmobiliaria: "con esta propuesta se utiliza la idea de la norma para hacer que ciertos sectores se beneficien. En el POT no se estableció la renovación de la infraestructura, solo se piensa en construir y elevar edificios sobre los elementos infraestructurales actuales", señaló.
Usos mixtos del suelo
Los usos del suelo son la raíz de la planificación urbana, explicó Juan Guillermo Yunda, docente de Arquitectura y Urbanismo en la Pontificia Universidad Javeriana, quien recordó el origen de estos planes en los años veinte en Estados Unidos: "en el país norteamericano la clasificación del suelo sí se ha aplicado estrictamente en tres categorías: residencial, comercial e industrial".
Sin embargo para el académico el problema es que se crea un POT basándose en la teoría estadounidense, que es diferente a la realidad colombiana.
Por eso agregó que "Bogotá es una ciudad con usos mixtos porque se ha venido desarrollando sin planeación, con las aglomeraciones propias del mercado. El problema es que esto no siempre beneficia a los propietarios de los predios, ya que son usos con alto impacto que desvalorizan sus viviendas y generalmente se ubican donde el suelo es más barato".
Por su parte el profesor Viviescas considera que "una de las primera ideas de la planeación fue la zonificación, pero las mismas ciudades se encargaron de replantearlo. Con la nueva propuesta prima el interés económico".
Densificación
Según el profesor Yunda, el debate radica en la decisión de densificar ciertas zonas, y recordó que así es la historia de Bogotá: "desde 1979 se puede densificar el sur "la zona del Restrepo" pero cuarenta años después no se ha avanzado en este proceso porque el mercado del suelo privilegia los sectores de estrato alto y ahí los privados sacan más beneficios", manifestó.
Para el profesor Viviescas, el problema es que los inmobiliarios piensan la ciudad del suelo para arriba y no miran del suelo para abajo: "uno de los ejes centrales del POT debería ser cómo se actualiza la infraestructura de la ciudad".
Por último el profesor Yunda planteó que el diseño jurídico de la planeación en Colombia le da todo el poder al alcalde: "solo tenemos la vía del Concejo de Bogotá para que se apruebe o se rechace el POT. Sin embargo existe una tercera posibilidad, y es que se sancione por decreto", subrayó.