Alexander Rincón Ruiz, profesor de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional de Colombia (FCE UN) y experto en temas de ambiente, desarrollo y economía, considera que es el momento de que el Estado y la sociedad reflexionen sobre cuál debe ser el camino para sacar adelante esa "patria olvidada" en la que persisten múltiples factores desestabilizadores.
El investigador asegura que tras la firma de los acuerdos de paz en La Habana se abrieron grandes expectativas para incentivar la prosperidad en las regiones aisladas por el conflicto armado, pero esto contrasta con los contextos reales, en los que persisten problemáticas estructurales locales, como por ejemplo baja gobernanza, poca institucionalidad, escaso capital social y violencia (por otros grupos armados ilegales), además de atrasos asociados con falta de salud y educación, y exclusión de los actores locales en sus espacios (existencia de asimetrías de poder).
Según Rincón Ruiz, a ello se suma la expansión de conflictos ambientales asociados con una visión reduccionista y homogénea de entender el desarrollo, impidiendo otras perspectivas; por el contrario, en la mayoría de los casos las decisiones se soportan más por intereses particulares y grandes asimetrías de poder que por una visión real en pro de un mayor bienestar para la población.
En su criterio, si no se superan estos obstáculos será difícil construir una nación congraciada con su alma rural, que permita un progreso compatible con la sustentabilidad de los territorios. De hecho, señala el profesor, con solo un año y tres meses de la firma de la paz, instituciones como Colciencias o el Instituto Humboldt, entre otras, han podido apoyar investigaciones en zonas antes vedadas, en las que se han descrito especies desconocidas para la ciencia. Así mismo se han trazado planes para la restauración ecológica en entornos vulnerados.
"Técnicamente se abren muchas posibilidades, como la investigación científica, el turismo en sus diferentes dimensiones (rural, ecológico, de aventura), la bioprospección, el biocomercio, la agricultura, etc. Por tal razón, urge pensar el territorio como un espacio con componentes ambientales y habitado por diversas comunidades, las cuales deben ser incluidas en la construcción de un país más equitativo y próspero", asegura.
Colombia, el país con más conflictos ambientales
Según el Atlas Global de Justicia Ambiental (http://ejatlas.org), en 2014 Colombia era el Estado con más conflictos ambientales de América Latina: 72 casos identificados; seguido de Brasil con 58. Y según el docente de la FCE UN esto no ha cambiado a la fecha. Por el contrario, van en aumento en el posacuerdo, porque varias regiones quedaron abiertas a múltiples intereses y visiones de desarrollo, que contrastan entre sí. Por eso, advierte el investigador, los enfrentamientos relacionados con proyectos hidroeléctricos, agroindustriales y minero-energéticos están en expansión.
Lo grave, indica el profesor Rincón, es que desde el Estado no se incentivan procesos estructurales de concertación de largo plazo, que tengan en cuenta los criterios de las comunidades.
Para el académico las políticas oficiales suelen ser muy simples, asociadas solo con instrumentos económicos; por ejemplo, enfocarse en la gobernanza del mercado sin tener en cuenta la gobernanza participativa.
Al respecto, considera que para tomar decisiones sobre el ambiente y las comunidades se deberían considerar cuatro criterios: (1) los contextos "complejos, conflictivos, dinámicos y heterogéneos para el caso colombiano", (2) la complementariedad "que los instrumentos se integren entre sí", (3) la cooperación y (4) la conceptualización, es decir, ir más allá de las políticas, entendiendo de manera más amplia los instrumentos usados.
Esta clase de discusiones, y otras relacionadas con la economía ambiental han sido llevadas por el profesor Rincón Ruiz a eventos internacionales en representación de la Facultad de Ciencias Económicas, como el "Workshop on multiple values", organizado por el Intergovernmental Science-Policy Platform on Biodiversity and Ecosystem Services (IPBES), realizada en Oaxaca (México), en noviembre pasado. Así mismo, en el marco del V Congreso Internacional de Servicios Ecosistémicos en los Neotrópicos, en la misma ciudad.
En octubre de 2017, el profesor también participó en el "Seminar on transdisciplinary approaches to integrating policy and science for sustainability", realizado en Calgary y Banff (Canadá), en el que representó a la Escuela de Economía como investigador principal del proyecto multinacional "Water governance in Latin America: A transdisciplinary assessment based on IPBES framework".