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Plataforma digital mejoró aprendizaje de las matemáticas en bachilleres de Garzón
La educación como desarrollo social para los cerca de 720.000 estudiantes del país. Fotos: José Trujillo, magíster en Enseñanza de las Ciencias Exactas y Naturales.
Cerca de 14.750 escuelas rurales se fortalecen precariamente, con la construcción de ambientes esenciales para el aprendizaje.
El uso de GeoGebra con el apoyo de cartillas y apuntes solidifica la comprensión y la función de los números reales en un 80 %. Foto: archivo Unimedios.
El uso de alternativas digitales, como softwares libres, logra reforzar los procesos de aprendizaje hasta en un 20 % en las aulas de clase.
José Luis González Trujillo, magíster en Enseñanza de las Ciencias Exactas y Naturales de la UNAL Sede Manizales.
El licenciado en matemáticas José Luis González Trujillo, magíster en Enseñanza de las Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) Sede Manizales, explica que “en 2021 el ponderado anual de la calificación en matemáticas del Saber 11 fue de 49 puntos, mientras en 2022 fue de 56, lo que quiere decir que la calificación en matemáticas de dicha institución educativa subió casi un 15 %”.
“Aunque el incremento no es muy alto, sí evidencia que el uso de los talleres diseñados fue positivo para preparar a 35 bachilleres –entre 16 y 18 años de edad– para una prueba en la que deben usar sus competencias en razonamiento, interpretación, funciones de la operación algebraica”.
Para potenciar el pensamiento matemático es necesario comprender que se divide en 5 tipos: saber, numérico, espacial, métrico, aleatorio y variacional, en este último fue en el que el investigador huilense centró su atención.
En el desarrollo de su idea acudió a temas cotidianos que fueran cercanos para sus alumnos, como por ejemplo pagar las compras en la tienda, lo que exige la ejecución mental de operaciones básicas y a un nivel más avanzado; así mismo el uso de geometría dinámica, como creación de figuras para comprender su simetría y percepción del espacio, entre otras.
Relata que su idea surgió durante la época de pandemia, que implicó un verdadero reto para la educación, los profesores y los alumnos. “La idea era que la propuesta o el modelo se implementara en las instituciones educativas o se utilizara como un instrumento para profesores”, señala.
Para implementar y aplicar la metodología de aprendizaje con GeoGebra, el magíster González realizó un diagnóstico y encontró que el 72 % de los estudiantes de grado 11 identificaban las variables (independiente y dependiente) en una situación problema.
Así mismo, el 80 % reconoció elementos como el dominio y el rango de funciones polinómicas de grado uno y dos, y el 70 % podía hacer la representación gráfica de estas funciones teniendo en cuenta puntos de corte con los ejes coordenados y otras características.
“Aunque parece un porcentaje bueno, lo ideal es que el 100 % de los jóvenes conozcan los conceptos y los sepan aplicar”, anota el magíster.
Posteriormente se realizó una guía de familiarización con GeoGebra para entender sus herramientas que, con el apoyo del docente y del material desarrollado, lograría hacerse de manera más intuitiva.
“Los jóvenes trabajaron directamente en la institución en grupos de dos o tres estudiantes debido a la falta de equipos, pero esto permitió que entre ellos fueran aclarando las dudas que surgían durante el proceso en la aplicación de los talleres de afianzamiento de funciones polinómicas”.
Luego aplicó los instrumentos desarrollados, 3 talleres de afianzamiento de las principales funciones polinómicas y 5 talleres de profundización en algunas funciones de tipo racional e irracional, usando como apoyo las guías de estos y los aplicativos desarrollados para ser visualizados en GeoGebra.
El magíster menciona que “usar plataformas digitales como GeoGebra se puede hacer en el hogar, con la comodidad y disposición del tiempo necesaria, pero en este escenario debe ser concebido en “ambientes equipados”, debido a que esta zona rural tiene brechas de calidad de vida y falta de acceso a tecnología, haciendo de la institución un lugar idóneo para reforzar esas habilidades numéricas”.
“Incluso implementarlo en el colegio ha sido todo un reto, ya que hay pocos computadores para más de 20 estudiantes, o por las distancias que deben recorrer algunos jóvenes para llegar a la institución, caminando hasta una hora, y ni hablar de la época de invierno”, relata.
Según el investigador su propuesta se podría implementar del grado 9 al 11, e incluso llevarse a los primeros semestres de carreras afines a la matemática.
