Planta asiática, identificada por primera vez en Colombia
Esta planta, de la familia Apiaceae Oenantheae, presente en Colombia en plantas como el apio, la zanahoria y el cilantro, entre otras, tiene características gastronómicas y medicinales peculiares y cuenta con estudios que reportan características antibacteriales.
Así lo evidencia la expedición más reciente realizada por Andrés Fonseca Cortés y Jairo Andrés Peña Torres, biólogos de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL), quienes con recursos propios buscan describir y dar a conocer la composición de la flora de los ecosistemas de bosques subandinos de este municipio y aportar a los procesos de ecoturismo local que se dan en el territorio.
Según los investigadores, uno de los principales hallazgos es el reporte de un visitante floral para esta planta, una mosca de la familia Empididae (Diptera), posible responsable de su polinización.
Cryptotaenia japonica Hassk se halló en formas de cobertura abundante, sobre todo en quebradas, cerca a cuerpos de agua y en zonas húmedas con abundantes extensiones, lo que puede dar indicios de que se trata de una planta con potencial invasor, que al establecerse le gana espacio a otras especies nativas desplazándolas, lo que a su vez puede tener algún riesgo para los ecosistemas. Sin embargo, los investigadores aclaran que para ello se deben realizar estudios más específicos sobre su comportamiento.
Así mismo, indagando con los habitantes de la zona, los investigadores identificaron que esta no es la única planta introducida a estos ecosistemas, sino que hay otras variedades ornamentales, es decir empleadas por sus flores y hojas de colores vistosos. Al parecer, en los alrededores existe una serie de viveros y en sus suelos llegaron estas semillas, que se fueron dispersando por los ecosistemas húmedos.
“Les recomendamos a los habitantes de esta zona que si encentran estas plantas no las extraigan, porque su grado de invasión se podría expandir. Lo otro es que es necesario hacer más estudios sobre su biología reproductiva para determinar la capacidad que tienen en la producción de semillas, y si estas son dispersadas por el viento o por algún animal”, asegura el biólogo Peña.
La expedición botánica se da en medio de un camino real muisca que fue transitado por estas comunidades indígenas desde Bojacá hasta Tena para intercambiar productos. También por estos senderos transitaron figuras como José Celestino Mutis, Francisco de Paula Santander y Simón Bolívar; es un camino con potencial ecoturístico, pero se conoce poco su riqueza natural.
“Como botánicos nos propusimos conocer la flora que está allí para generar mecanismos de apropiación social del conocimiento alrededor de la botánica, y también para generar herramientas de conocimiento para los decisores del municipio o para quienes quieran ir a conocer esa ruta, de manera que el día de mañana puedan tener una guía sobre la flora más común o más llamativa existente en la zona”, señalan los investigadores.
Agregan que sobre la composición de la flora de los bosques subandinos no hay mayor conocimiento, como sí la hay de otros entornos con más información como los páramos o los bosques secos tropicales.
“Estos bosques han pasado desapercibidos, por lo que quisimos dar a conocer lo que hay allí, cómo podemos conservarlo y dejar ese conocimiento al servicio de la sociedad, especialmente de la comunidad de Tena”, concluyen.