Así lo estableció Cristian David Caro Molina, magíster en Ingeniería Mecánica de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) Sede Medellín, quien enfocó su investigación en el diseño de planes de mantenimiento en atracciones mecánicas basado en una metodología de análisis de riesgo y confiabilidad.
El objetivo era evitar fallas durante la operación de estos equipos "que suelen tener la exigencia de mantenerse disponibles permanentemente para el público" y prevenir que los daños generados ocasionen algún accidente para las personas que interactúan con las máquinas, garantizando condiciones seguras de operación.
Para conseguirlo, el investigador analizó el funcionamiento de ocho atracciones (identificadas de 1 a 8) en un parque de Medellín a partir de cinco variables ponderadas: riesgo de lesión, lesión general, afluencia de usuarios, frecuencia de fallas e impacto económico, para identificar la más crítica.
Se seleccionaron aquellas que entre 2016 y 2018 tuvieron la mayor afluencia de público y el mayor número de fallas e incidentes ocurridos durante la operación.
La atracción que presentó mayor condición de riesgo fue la identificada con el número 7, en la cual los usuarios sujetados a una silla son transportados a lo largo de un cable en un recorrido de 125 m con una caída entre estaciones inicial y final de 15 m.
"Con base en esa información se buscó mejorar la planeación del mantenimiento y evidenciar si había componentes asociados con las máquinas que tenían una tasa de falla muy alta", explica el investigador Caro, quien para esto aplicó el Análisis del Modo y Efectos de Falla (AMEF), en el que se establecieron los mayores riesgos asociados con la operación de la atracción.
Así, se revisaron factores como los sistemas de transmisión, de frenos o de carretillo, para establecer su criticidad y luego hacer un análisis de confiabilidad en el cual se evidenciaran las fallas que ha tenido el equipo, y si han ocurrido incidentes durante su operación. Con estos resultados se generó un Mantenimiento Centrado en Confiabilidad (MCC), metodología que se utiliza para actualizar y mejorar los planes de mantenimiento en el equipo.
"En la atracción objeto de estudio se validó que el sistema de frenos tenía una confiabilidad para un periodo de 48 horas de solo un 30 % y se determinó que era preciso aumentarla para garantizar una mayor disponibilidad de la actividad y disminuir la probabilidad de riesgo", detalla el magíster.
Para esto se siguió el protocolo establecido por la Ley 1225 de 2008, que indica que para cambiar ese tipo de sistemas se tiene que contactar al fabricante de la atracción. "Después de hacer el análisis se tomó la decisión de que lo más adecuado era cambiar el sistema de frenos por sus valores de confiabilidad tan bajos y el riesgo tan alto que presentaba para la operación", comenta el investigador.
Según él, un año después de realizado este cambio no se ha presentado ni una sola falla, lo que se traduce en una confiabilidad del sistema del 100 %. En cuanto a la disponibilidad al público de la atracción mecánica, esta pasó de un 90 a un 99,5 %.
Prevenir accidentes
Aunque en Colombia existe una reglamentación basada en el grupo F24 de las normas de la Sociedad Americana para Pruebas y Materiales (ASTM), en la que se enumeran los requisitos que deben cumplir los parques de atracciones mecánicas fijos e itinerantes, además de unas obligaciones específicas para el mantenimiento de este tipo de equipos para evitar accidentes "basado en los lineamientos de la Ley 1225 de 2008, la Resolución 0958 de 2010 y la Resolución 0543 de 2017" se siguen presentado accidentes que impactan negativamente la imagen de esta industria en el país.
Por ese motivo, la intención del magíster Caro es que su estrategia sea replicable para evaluar el riesgo en cualquier atracción mecánica. "En todo tipo de equipos se podría establecer ese análisis, con el fin de disminuir la probabilidad de que haya incidentes y el riesgo de operación", asegura.
Se trata de un plan importante, si se tiene en cuenta el volumen de usuarios que acceden a estos servicios de recreación. Según los reportes de la Asociación Colombiana de Atracciones y Parques de Diversiones (ACOLAP), en 2016 se tuvo una afluencia aproximada de 23 millones de usuarios.
Además se reportó que en 2017 el 60 % de los 52 parques de diversiones de Bogotá no contaba con permiso de operación, lo que implica un riesgo para los usuarios que no fue monitoreado por el Distrito. Se trata de un problema que tal vez sea similar en el resto del país, comenta el investigador.