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Ciencia y Tecnología

Plaga que devora el eucalipto prefiere especies puras y se adapta a altas temperaturas

    Algunos cucarrones o gorgojos del género Gonipterus son un problema en los países donde se planta eucalipto, entre ellos Colombia. Un estudio de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) detalló su comportamiento y encontró que estos prefieren alimentarse de las especies puras sobre las híbridas, y que soportan altas temperaturas si estas fluctúan a lo largo del día, resultados que aportarían a las estrategias para controlar su proliferación en los cultivos.

    Las plagas se comportan de manera distinta según la zona en que habitan, dependiendo del clima, la altura, etc. El investigador Julio André Gamarra Bustamante, magíster en Ciencias - Entomología de la UNAL Sede Medellín, hizo una descripción detallada del ciclo de vida y de las preferencias de una de las especies que habita Colombia: Gonipterus platensis.

    “Es un defoliador. Tanto las larvas como los adultos se comen las hojas y los brotes, por lo que el árbol desarrolla muchas ramificaciones haciendo difícil su manejo industrial, y si la defoliación es sucesiva, disminuye su crecimiento”, explica.

    En el mundo el árbol de eucalipto tiene distintos usos comerciales, desde la obtención de madera para carpintería, por su alta resistencia, hasta la producción de leña o pulpa de celulosa para fabricar papel. En Colombia este árbol es la segunda especie forestal más cultivada después del pino, alcanzado las 93.532 hectáreas en 2021, según el Instituto Colombiano Agropecuario (ICA).

    Esta entidad es la encargada de registrar las plantaciones forestales en el país y de emitir alertas relacionadas con sus amenazas, entre las que se encuentran los escarabajos o gorgojos del género Gonipterus, considerados como una plaga mundial porque se alimentan de las hojas de estos árboles.

    Una novedad con la variación de temperatura

    La mayoría de las investigaciones sobre el ciclo de vida del insecto, revisadas por el magíster Gamarra, se hicieron a temperaturas constantes, es decir en cámaras climatizadas, por lo que la propuesta de trabajar con “temperatura ambiente” y plántulas vivas fue novedosa.

    Para su estudio trabajó con el apoyo del Programa de Protección Forestal de la UNAL Sede Medellín, y los ensayos los hizo en Santa Elena, en la Estación Agraria Piedras Blancas, para evitar inconvenientes de adaptación a la temperatura de las larvas e insectos adultos.

    “En el invernadero teníamos fluctuaciones entre los 9 y 34 °C, y encontramos que, contrario a lo que dice la literatura, el insecto resiste altas temperaturas si estas no son constantes, como ocurre en el entorno natural. Ahí dejamos abierta una puerta para futuras investigaciones”, continúa el investigador.

    También encontró que el ciclo de las larvas alimentadas con eucalipto rosado (Eucalyptus grandis) fue más largo: a una temperatura media de 20 °C el organismo se desarrolló en 31 días, y a 17 °C en 40 días. Además, el ciclo de vida completo de estos individuos fue de 85,87 días, mientras que en los alimentados con E. urophylla y E. urograndis fue de 84,82 y 84,30 días respectivamente.

    Varias opciones, algunas preferencias

    El magíster hizo los ensayos de “preferencia alimenticia” en el invernadero, y los de “preferencia por oviposición” (deposición de los huevos) comparando las 3 especies de eucalipto mencionadas. “A rasgos generales, el método consiste en poner los cucarrones recién emergidos en una jaula de cría con los 3 tipos de árbol para verificar por cuál se sienten más atraídos”, añade.

    Algo similar se hace para evaluar la preferencia de oviposición: se ponen 2 plántulas de cada especie y se contabiliza en cuál de ellas hay más posturas. “En general, las hembras ponen los huevos en las 3 especies sin distinción. Sin embargo, en cuanto a alimentación hubo preferencia por las especies de eucalipto puras (E. grandis y E. Urophylla) sobre la híbrida (E. urograndis)”.

    El eucalipto híbrido estudiado también se relacionó con una mayor mortalidad entre los insectos, lo que constata que las propuestas de crear especies como esta sería una estrategia efectiva como parte de un programa de Manejo Integrado de Plagas (MIP), proporcionando una solución complementaria.

    La investigación fue dirigida por el profesor Mario Alejandro Marín Uribe y codirigida por la profesora Sandra Inés Uribe Soto, ambos adscritos a la Facultad de Ciencias de la UNAL Sede Medellín. Por otro lado, la empresa Dexco Colombia S.A. donó las plántulas de eucalipto para el estudio.