Pescadores de Tumaco le apuestan a la innovación en el mercado: carne de pescado y de piangua serán sus aliados

Desde 2021, mujeres y hombres de Tumaco que desde los 15 años de edad se han dedicado a la actividad pesquera y a la recolección de la piangua en los manglares, se capacitan en temas de buenas prácticas de manipulación (BPM) para implementar una buena higiene en la manipulación, preparación, elaboración, envasado y almacenamiento de la carne de pescado y de la piangua, además de desarrollar nuevos productos alimenticios a partir de esta materia prima para elaborarlos con un valor agregado que les genere nuevos ingresos económicos.

Para lograrlo, un equipo multidisciplinario de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) Sedes Bogotá y Palmira, en asocio con la Sede Tumaco y su Instituto de Estudios del Pacífico, en cabeza del docente John Josephraj Selvaraj, han liderado las capacitaciones a través de talleres que buscan “mejorar la gestión organizacional del sector pesquero artesanal en co-creación con otros grupos de investigación que también participan en el proceso, para consolidar una estrategia participativa que consiste en trabajar con pescadores y recolectores –hombres y mujeres– de piangua en la formulación de una idea de negocio que contempla una marca para productos nuevos que se están desarrollando”, explicó la investigadora Ibeth Castellanos Alvarado, asociada de la Facultad de Ingeniería y Administración de la Sede Palmira.

El trabajo inició con el desarrollo de una matriz para identificar las capacidades y necesidades en el territorio, reconociendo también los intereses de los pescadores, su proyecto de vida y su cultura. La finalidad de este proceso es poner en el mercado estos productos debidamente constituidos y saber cómo se va a sostener la idea de negocio. El proyecto es financiado con recursos del Sistema General de Regalías por las gobernaciones de Nariño, Cauca, Valle del Cauca y Chocó, bajo el liderazgo de la UNAL, que le aporta a la transformación social de la “Perla del Pacífico” con la ejecución de este proyecto.

¿Qué se ha hecho?

Hasta hora se han realizado 14 sesiones del taller para validar de buenas prácticas de manufactura con la participación de 340 personas; 6 sesiones del taller de ciencia y tecnología de alimentos con 200 personas; 3 sesiones del taller de formación y desarrollo de productos cárnicos provenientes de la pesca artesanal, con 90 participantes, entre las cuales se encuentran pescadores artesanales, recolectoras de piangua y aprendices e instructores del SENA de los programas técnicos y tecnológicos en Control de Calidad de Alimentos, y Producción Acuícola.

En el marco de este proyecto también se estableció una estrategia participativa con la población beneficiaria, enfocada en implementar un modelo de comercialización que responda a las necesidades productivas de pescadores artesanales y recolectoras de piangua de la región.

Para ello, la profesora Castellanos adelantó una sesión del taller “Aproximación y reconocimiento” con 40 participantes, el cual consistió en reconocerse como parte de un equipo diverso que identifique todo el poder de los oficios de pesca artesanal y recolección de piangua, 3 sesiones del taller “Formulación de propuesta de valor y modelo de negocio”, en el cual participaron 90 personas, 2 sesiones del taller de “Aprobación, desarrollo y validación de los prototipos de etiquetas, envases, empaques o embalajes diseñados”; así como una sesión de trabajo para presentar la propuesta para la asociatividad “construcción de una cooperativa” con pescadores artesanales y recolectoras de piangua.

El equipo investigador, conformado por los profesores Adriana Patricia Muñoz, del Departamento de Producción Animal, y Jairo Humberto López, coordinador de la Sección de Carnes del Instituto de Ciencia y Tecnología de Alimentos (ICTA) de la Sede Bogotá, con el zootecnista Andrés Camilo Correa, integrante del equipo técnico y científico del proyecto, llevaron al ICTA muestras de las especies lisa, pescadilla, sierra, pelada y plumuda, en donde analizaron sus propiedades nutricionales, olor, sabor, color, textura y composición.

Finalizadas las pruebas con grupos focales tanto de la región como del interior del país, se estableció que por sus características los productos a desarrollar serían los medallones de pescado apanados con harina de plátano y la conserva de piangua.

Así mismo, al finalizar el proceso de elaboración y las pruebas nutricionales y de vida útil, se adelantaron en conjunto con el componente liderado por la profesora Ibeth Adriana las jornadas de formación y transferencia de conocimiento, en los cuales participaron más de 90 personas de las asociaciones de pescadores artesanales y piangueros, concluyendo de esta manera el proceso de diseño, evaluación y definición de los prototipos de etiquetas, envases, empaques o embalajes de productos con valor agregado.