Personas con Alzheimer producen más palabras ante imágenes en movimiento
El diagnóstico de Alzheimer suele darse después de los 60 años. Foto: Fred Dufour / AFP.
El estudio realizado por la profesora Beltrán (en la foto) se hizo con personas mayores de 60 años. Foto: Judy Costanza Beltrán Rojas, doctora en Psicología de la UNAL.
El Eye Tracking es una tecnología que ayuda a detectar enfermedades a partir de los movimientos oculares. Foto: archivo Unimedios.
Profesora Judy Costanza Beltrán Rojas, doctora en Psicología de la UNAL. Foto: archivo Unimedios.
El Laboratorio de Neurociencia Cognitiva y Comunicación forma parte de la Facultad de Medicina de la UNAL.
El procesamiento de eventos es una secuela común de dicha enfermedad neurodegenerativa, que aunque por ahora no tiene cura, investigadores de todo el mundo trabajan para encontrarla. Este es el caso de la profesora Judy Costanza Beltrán Rojas, doctora en Psicología de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL), quien busca mejorar la calidad de vida de estos pacientes evaluando métodos para retrasar la progresión de la enfermedad.
“Los eventos son cualquier cosa que pasa y que puede ser definida temporal y espacialmente. Puede ser una comida, ir al médico o cualquier actividad cotidiana. En esencia, dividimos el mundo en eventos”, explica.
Su estrategia fue involucrar a 90 participantes, 48 de ellos diagnosticados con la enfermedad y 42 sanos, quienes servían como grupo control. Su metodología se basó en tres sesiones: en la primera realizó una entrevista para confirmar que los participantes cumplían con los requisitos; la segunda consistió en una evaluación neuropsicológica utilizando el protocolo “Neuronorma.Colombia”, desarrollado en la UNAL.
En la tercera sesión aplicó procedimientos experimentales diseñados específicamente para esta investigación, que incluían ver videos e imágenes mientras se registraban los movimientos oculares y las producciones lingüísticas (palabras) de los participantes.
En los experimentos fue esencial el uso del Eye Tracking, un dispositivo de seguimiento ocular que en la UNAL se encuentra en la Facultad de Medicina. Esta herramienta funciona mediante cámaras y sensores infrarrojos que detectan y rastrean en tiempo real la posición junto con el movimiento de los ojos. Es interesante porque cuando analiza a dónde y por cuánto tiempo miran los participantes, proporciona datos precisos sobre su atención visual y sus patrones de exploración.
Para el estudio, en los eventos estáticos se les proporcionaron a los participantes imágenes de actividades como armar rompecabezas, cortar papel, hablar por teléfono y leer, y para los dinámicos observaron videos de personas bailando, dándose la mano, tejiendo y bostezando, entre otras actividades.
Uno de los resultados más relevantes del estudio es que las personas con Alzheimer tuvieron una mayor fijación visual en los rostros de las personas que aparecían en las imágenes y los videos, mientras que la tendencia de los sanos era escanear toda la escena.
La doctora explica que “quienes viven con esta enfermedad procesan el mundo de una forma distinta, y por ello en este caso recurrieron a los rostros, lo que respondería a su intento por comprenderlos o evocar algún recuerdo”.
Otro descubrimiento fue que en los pacientes con Alzheimer los videos provocaron una mayor producción lingüística que las fotografías: “observamos que ante los videos ellos eran capaces de evocar y producir frases más elaboradas”, cuenta la investigadora.
“Los adultos mayores con Alzheimer mostraron un rendimiento más bajo en la tarea de nombrar eventos estáticos, con un promedio de aciertos de 7,39 frente a 10,64 en el grupo control”, agrega.
Sin embargo, aclara que en la tarea de eventos dinámicos la diferencia se redujo, con un promedio de aciertos de 10,64 en el grupo con Alzheimer y 12,04 en el grupo control, lo cual indicaría que los videos son herramientas más efectivas para evaluar la cognición en personas con Alzheimer.
Para llegar a estos resultados también se hizo un análisis lingüístico detallado de las descripciones verbales de los participantes frente a lo que veían. “Estamos utilizando una evaluación ecológica, lo que significa que trabajamos con estímulos que representan actividades cotidianas como comer, dormir o cortar, que es un enfoque más cercano a la realidad de los pacientes”, enfatiza la doctora.
Este estudio se enmarca en una línea de investigación más amplia del Laboratorio de Neurociencia Cognitiva y Comunicación de la Facultad de Medicina de la UNAL. El equipo de investigación, que incluye expertos en Neuropsicología y Lenguaje, lleva años trabajando en el estudio de las enfermedades neurodegenerativas y su impacto en las funciones cognitivas.
“Nuestro objetivo de largo plazo es profundizar en la rehabilitación de personas con enfermedades neurodegenerativas. En Colombia los neuropsicólogos nos hemos concentrado mucho en la evaluación, pero creemos que es hora de avanzar hacia métodos alternativos de tratamiento y rehabilitación, aprovechando la tecnología y la inteligencia artificial”, concluye la profesora Beltrán.