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Adriana Carolina Agudelo Mendoza, magíster en Seguridad Alimentaria y Nutricional de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL), analizó los procesos tanto de producción de lácteos como de verificación de la calidad y la inocuidad que se realizan en el Sistema Participativo de Garantías (SPG), e identificó las acciones de mejora que además contribuyen a la seguridad alimentaria y nutricional de los integrantes de la Red.
"El SPG es un modelo de calidad, pero no como se conoce normalmente que la certificación la genera un ente externo. Esta es una certificación otorgada por un grupo que tiene los mismos conocimientos "en este caso en agroecología", además de principios y valores comunes, como los de comercio justo o las prácticas ambientalmente sostenibles", explica.
A partir de tales conocimientos, valores y principios, el Comité de Certificación de la Red ha instaurado ciertos criterios de calidad según los cuales se acreditan o no los procesos de elaboración de alimentos lácteos "como queso, yogur o mantequilla" de los miembros. "Es una certificación basada en la confianza", enfatiza.
Analizando condiciones de calidad e inocuidad
El análisis realizado por la investigadora Agudelo partió de una verificación a las unidades productivas de cuatro productores, además de entrevistas y de un grupo focal realizado con consumidores de lácteos de la Red de Mercados Agroecológicos de Bogotá - Región, constituida desde 2015 por ocho organizaciones: tres mercados tipo feria "Feria Agroecológica Uniminuto, Mercado Agroecológico Tierra Viva y Mercado Agroecológico Campesino" y cinco mercados a domicilio: ALaCena, La Canasta, Semilla Andina, Agrosolidaria Engativá y Sembrando Confianza.
La magíster menciona que para acotar un poco el trabajo se seleccionaron los productores lácteos, ya que en el SPG no son muy estudiados los alimentos procesados, y en cambio predominan los alimentos en fresco.
En el diagnóstico para verificar las condiciones de calidad e inocuidad de la producción de los alimentos se encontró que gracias a las capacitaciones brindadas por la Red, los productores son conscientes de la necesidad de cumplir con los principios y valores de transparencia que establecidos por la organización, además de contar con conocimientos sobre las buenas prácticas de manufacturas que aplican en la elaboración de productos que cumplan con estándares nutritivos y saludables.
Según la investigadora, ellos cuentan con una producción limpia, no utilizan aditivos en sus alimentos e implementan buenas prácticas de manufactura. En las unidades de producción que visitó también evidenció el seguimiento de muchos requisitos que exigen las normas sobre aspectos higiénicos y sanitarios de la producción de alimentos.
Por ejemplo, al comparar los requisitos exigidos por esta Resolución y el Decreto 3075 de 1997 del Ministerio de Salud y Protección Social y las evaluadas por el grupo de visita del SPG, se identificó que en ambos casos la infraestructura de las unidades productivas se evalúa si esta se destina exclusivamente para la elaboración de alimentos lácteos, cuenta con accesos fáciles de limpiar y desinfectar, su diseño impide la entrada de polvo, lluvia y animales, entre otras que fueron cumplidas por las unidades productivas visitadas.
"A pesar de que son certificaciones de confianza no están alejadas de lo que pide una normatividad Invima. Obviamente no pueden implementar el 100 % de los requisitos por costos, y esa es una de las razones por las que los pequeños productores se acogen a estas redes que les permiten comercializar sus productos", explica.
Continuar mejorando
La investigadora menciona que en el caso colombiano el SPG es cada vez más visible a través de redes de comercialización que promueven el comercio justo y la producción de alimentos de forma sostenible.
Además, gracias a la Resolución 464 de 2017 del Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural "en la que se establecen los lineamientos para la política pública de la agricultura campesina, familiar y comunitaria", se ha iniciado el camino para regular y reconocer estos mercados agroecológicos y sus sistemas de certificación.
Para contribuir al fortalecimiento de estos procesos, en una fase posterior de la investigación se adelantó una retroalimentación y socialización con la Red sobre los aspectos susceptibles a mejora observados en el proceso de diagnóstico.
Por ejemplo, una de las sugerencias de mejora fue retirar elementos de madera y plástico durante el proceso de elaboración de los derivados lácteos, ya que con el uso estos se convierten en superficies porosas que albergan microorganismos generadores de contaminación al producto final y disminuyen su vida útil.
Otra recomendación es que los productores continúen con su formación en tecnología de alimentos, en aras de conocer prácticas caseras que permitan identificar la calidad de las materias primas o del producto final, sin tener que recurrir a análisis externos, entre otras.