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Ciencia y Tecnología

Pequeños caficultores se beneficiarían con económica clasificadora de café

    El prototipo a pequeña escala –en etapa experimental– está conformado por un sensor para separar los frutos maduros de los verdes, partes mecánicas diseñadas en una impresora 3D, tableros de fibra de madera (MDF) y algunas piezas de ácido poliláctico (PLA), un tipo de plástico biodegradable ampliamente utilizado.

    Aunque en Colombia existen máquinas selectoras de café, sus altos costos les impiden a los pequeños productores contar con esta tecnología que haría más eficiente sus procesos. Pensando en ellos, un grupo de estudiantes de Ingeniería Mecatrónica de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) Sede de La Paz se ideó esta solución.

    El prototipo utiliza un sistema arduino, o plataforma de creación electrónica para la adaptación de la señal del sensor y el control para seleccionar el grano de café según los colores establecidos.

    “Con el desarrollo de este proyecto se busca que los pequeños productores de café del Cesar y sus alrededores tengan acceso a dichas tecnologías y así puedan realizar su trabajo en menor tiempo, a bajo costo y con mejores resultados”, explica Eric Baquero, uno de los artífices de esta iniciativa.

    Se estima que el prototipo sería capaz de clasificar 250 gramos de café en apenas 2 minutos, mientras que manualmente el proceso tardaría entre 15 y 30 minutos.

    Cabe anotar que dentro de la producción del café es importante seguir ciertos procesos recomendados, entre ellos la clasificación inicial de las cerezas del café después de la cosecha, que es una de las etapas más cruciales si se quiere garantizar un producto final de calidad.

    Lo anterior consiste especialmente en separar los frutos madurados de aquellos sobremadurados o inmaduros (verde), y también considerar otros aspectos visibles como arrugas, manchas o deformaciones del grano.

    Según el Centro Nacional de Investigaciones de Café, los frutos maduros son los ideales para obtener una bebida con un excelente sabor y aroma, mientras que los frutos verdes, pintones, sobremadurados, secos o semisecos no logran el rendimiento esperado y no proporcionan un café de buena calidad debido a su falta de maduración ideal.

    Al respecto, el caficultor Jean Carlos Romero asegura que “si la selección del café no se hace bien, el resultado en taza no será el mejor, afectando de manera significativa el sabor, aroma, factor de calidad, y por ende el precio del productor a la hora de vender”.

    Agrega que, “los granos recolectados en su punto óptimo de madurez desarrollan un sabor dulce debido a la acumulación de azúcares. Si se recoge el café antes de su punto ideal de maduración, pierde características y tiene notas suaves en la taza”, expresa.

    De esta iniciativa forman parte los estudiantes Yainelis Zequeira, Isabella Palomino, Eric Pérez y Eduardo Guevara, guiados por el ingeniero en automatización Juan Jairo Vaca González, docente de la UNAL Sede de La Paz.

    Radiografía de la zona

    La Federación Nacional de Cafeteros en Cesar, La Guajira y Bolívar indica que en esta zona 10.337 familias derivan su sostenimiento del cultivo del café, de las cuales más del 87 % son pequeños productores con un área promedio de 3 hectáreas.

    El parque cafetero de esta región cuenta con un área total de 29.260 hectáreas, gracias a las cuales se generan cerca de 36.000 empleos directos. También se estima que el valor de la cosecha cafetera es de 104.000 millones de pesos anuales, por lo que este producto se constituye en un motor de la economía de 31 municipios.

    Allí la caficultura se encuentra en tres ejes montañosos: Sierra Nevada de Santa Marta, Serranía del Perijá y Serranía de San Lucas. En el primero están los municipios cafeteros de Valledupar, Pueblo Bello y El Copey, en Cesar; y Dibulla, Riohacha, Hato Nuevo, San Juan y Barrancas, en La Guajira.

    El segundo eje montañoso lo conforman los procesos caficultores en Agustín Codazzi, La Paz, Manaure, Becerril, La Jagua de Ibirico, Chiriguaná, Curumaní, Chimichagua, Pailitas, Pelaya, La Gloria, Río de Oro, González y San Martín, en Cesar; y La Jagua del Pilar, Urumita, Villanueva, El Molino, Fonseca, San Juan del Cesar y Barrancas, en La Guajira.

    Por último, el tercer eje montañoso, en la Serranía de San Lucas, lo integran las localidades productoras de café Santa Rosa y Morales, en Bolívar.