Para reducir infracciones, videojuego enseña normas de tránsito a motociclistas
En Traffic Law Race Game, cuatro jugadores avanzan en moto por carriles diferentes; para llegar a su destino deberán responder correctamente 10 preguntas sobre las normas de tránsito colombianas que todo conductor debería conocer. Incluye más de 70 interrogantes extraídos del Código de Tránsito, los cuales van desde los colores del semáforo, el uso de aceras, cebras y zanjas y las reglas de conducción, hasta el parqueo.
Su creador, Samuel David Rojas Valencia, magíster en Ingeniería Administrativa de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) Sede Medellín,afirma que en Colombia y varios países de Latinoamérica la moto es una herramienta de trabajo. Alrededor del 30 % de quienes la usan lo hacen como fuente de trabajo principal y no como medio de transporte, lo que convierte este tema en un asunto sensible”.
Agrega que, “pese a la creciente importancia de su uso, la mayoría de los ‘moteros’ desconocen las reglas y conducen como creen que está bien, y sea con buena o mala intención, o por desconocimiento, incumplen las normas de tránsito. Por eso las herramientas didácticas se podrían convertir en óptimas aliadas para solventar esta situación”.
Los juegos serios se diseñan con propósitos formativos o educativos, más que para fines recreativos o de entretenimiento. “La funcionalidad del Traffic Law Race Game es básica pero se pensó con esa intención; la idea no era hacer algo muy complejo ni muy largo, sino una herramienta que permitiera hacer el juego breve, efectivo, y que dijera lo que se tiene que decir. Nos dimos cuenta de que muchos de los motociclistas no tienen acceso fácil a internet, por esto la herramienta solo lo requiere una vez, para descargar el juego; sin embargo, el archivo no requiere conexión constante ni programas sofisticados, solo Office”, explica el ingeniero Rojas.
El juego trae preguntas de verdadero y falso, selección múltiple o respuesta abierta, entre otras; se probó con cinco grupos de motociclistas (50 personas) en dos pruebas piloto, con el objetivo de recoger sugerencias, comentarios, beneficios y mejoras.
Con respecto a las pruebas y ensayos del videojuego, el magíster explica que “cerca del 80 % de los participantes afirmaron que no conocen algunas normas por las que se les preguntó. Las mujeres acertaron más preguntas, lo que evidencia que ellas están más enfocadas en la precaución, tienen más atención y conocimiento de las normas. Otro hallazgo es que las personas con educación superior conocen más las leyes de tránsito”.
Según el investigador, además de crear el videojuego, el enfoque del estudio era encontrar porqué se desconocen las leyes. Para él, gran parte de la accidentalidad se deriva de la falta de educación.
“Aunque la gente crea que la licencia no sirve para nada, con este proceso nos dimos cuenta de que definitivamente las personas deben conocer la ley para tener consciencia de las consecuencias y cómo prevenir accidentes o lesiones que pueden ser de por vida”, anota.
También hace referencia a la cultura como tema determinante: “se trata al ciudadano como un cliente, hay intereses encontrados: quiero mi licencia pero no quiero el curso porque necesito movilizarme. A muchas escuelas no les importa que la gente aprenda, y aunque el Gobierno está tomando medidas al respecto, la gente encuentra la forma de burlar el sistema y sacar la licencia legalmente”.
Aunque para la investigación hubo un acercamiento con el Ministerio de Transporte, la Alcaldía de Medellín y otras entidades, el producto final no se socializó con ellas. Sin embargo, por su trabajo, el magíster Rojas llevó el juego hasta la industria de las motocicletas.
Los resultados del estudio mostraron un alto potencial de los juegos serios para educar e influir en el comportamiento de los motociclistas, lo que contribuye a disminuir las infracciones de tránsito.