La Plaza Primero de Mayo se ocupó lentamente mientras caía la tarde; cientos de personas acudieron a la invitación realizada por la Dirección Nacional de Divulgación de la Universidad Nacional de Colombia y la Gobernación del Cesar para escuchar una música poco común en la cuna de los acordeones.
Durante hora y media, los espectadores remplazaron el vallenato por violines, chelos, flautas, clarinetes, trombones, trompetas y otros instrumentos que deleitaron sus oídos. Todos estuvieron aferrados a sus sillas mientras las voces líricas llenaban de emoción la plaza rodeada por árboles que parecían mecerse con el viento al ritmo de la música.
Los sesenta músicos del Conservatorio de la U.N., bajo la dirección de Guerassim Voronkov, acompañaron a las sopranos Rosa Mateu de España y Ángela Simbaqueba de Colombia; al tenor David Rivera y a otras estudiantes líricas, en un recorrido lleno de ópera que presentó a los asistentes la obra de Richard Wagner. Dicha presentación partió de libretos del mismo compositor basados en la leyenda del holandés errante, historia narrada en el libro Aus de Memoiren des herren de Heinrich Heine (1831).
La obertura se dio con El holandés errante, seguido de La valquiria, Lohengrin in fernem land, Parsifal y otros actos que, aunque desconocidos para el común de la gente, fueron causa de aplausos y ovaciones.
La dirección de Voronkov no se limitó a la orquesta, su esencia de académico quedó reflejada al compartir con el público las historias y explicaciones de cada uno de los actos, hecho que incrementó la atención y gusto por el espectáculo.
La noche de música clásica se transformó al final cuando la orquesta, como homenaje a la región y regalo al público, sorprendió con Colombia tierra querida, del autor Lucho Bermúdez, y La gota fría, de Emiliano Zuleta. Este momento llevó las emociones al máximo y permitió a los asistentes comprender que la música de sus raíces interpretada por la sinfónica también es toda una fiesta.
Impresiones de los protagonistas
Guerassim Voronkov, director de la Orquesta Sinfónica del Conservatorio de la U.N., aseguró que pocas veces en su carrera musical se ha encontrado en un lugar donde no se ha escuchado a Richard Wagner. Por esta razón expresó lo honrado que se siente al poder presentar este gran repertorio por primera vez en Colombia y en una ciudad con tanta tradición folclórica. "Es una responsabilidad y un reto personal lograr que las personas se enamoren de esta música, llegar a los corazones y emocionarlos, para nosotros es todo una prueba", resaltó el director Ruso.
Por su parte, Ángela Inés Simbaqueba, soprano y directora de la cátedra de canto del Conservatorio de la U.N., resaltó que el concierto es un propósito cumplido. "El lenguaje universal por excelencia es la música, no importa el género, y es el espacio perfecto para que la academia una las dos músicas: la popular y la clásica".
Rosa Mateu, soprano Española, fue la invitada internacional y voz principal en varios momentos del concierto. Los asistentes respondieron con euforia ante su interpretación, situación que ella recibió con afecto: "Estoy muy emocionada, ha sido siempre una ilusión impulsar la cultura, el público de Valledupar es encantador, son personas muy cálidas y alegres, se mostraron muy contentos y percibí que mi trabajo fue muy bien recibido", expresó la soprano sorprendida por la percepción del público con su presentación.
Para la española, la música es música, sea cual sea. "La buena música siempre llega al corazón y sea vallenato o Wagner sentí que la gente se emocionó mucho con este concierto".
Es la segunda vez que canta acompañada por la orquesta filarmónica de la Universidad Nacional de Colombia, oportunidad que la llena de placer. "Poder cantar con tan buenos músicos, la cercanía y simpatía generada con ellos es algo muy importante, sobre todo al momento de salir al escenario, pues me hacen sentir querida y muy cuidada", concluyó la soprano.
Asimismo, Luis Alberto Monsalvo, gobernador del Cesar, destacó la importancia del proceso de intercambio cultural para vender el folclor de la región a través de la Universidad Nacional de Colombia.
"Estamos celebrando esta alianza. La llegada de la sede Caribe de la U.N. a nuestro departamento nos llena de satisfacción; sabemos que estamos abriendo la oferta de educación superior que esperamos hace años", afirmó el gobernador, quien vio su sueño hecho realidad gracias a la Universidad al enviar la sinfónica a su ciudad.
"Considero que a través de la música se irradian una serie de mensajes que invitan a la civilidad, la cultura nos enriquece, nos llena de valores e incrementa el nivel educativo de nuestra gente", dijo.
Por esa razón, los artistas aprovecharon para pedirle al mandatario construir en la nueva sede de la U.N. en el Cesar un auditorio donde la academia pueda seguir ampliando el conocimiento de la música y la cultura.