Oralidad y lectoescritura para mejorar el aprendizaje de los estudiantes del Pacífico
El escritor ipialeño Mauricio Chávez Bustos, investigador de la literatura colombiana y afro-latinoamericana, visitó a la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) Sede Tumaco, en donde señaló que “el motivo que nos reúne en esta ocasión es fortalecer la lectoescritura, pues lastimosamente los habitantes de nuestros territorios no son lectores, y esa es una gran falencia que tenemos por la inadecuada formulación de políticas públicas educativas”.
Respecto a los retos en este sentido, el escritor se refirió al valor de los libros en Colombia señalando que los precios son muy altos e inasequibles para el estudiantado. En Tumaco, un municipio con 260.000 habitantes, existen solo dos bibliotecas: la Municipal Piedad Ayora de Quiñones, en la Sede de la UNAL, y la Comunitaria Fundación Juvenil Alto Mira y Frontera; además hay muy pocas librerías, lo que obliga a los interesados a desplazarse a otras ciudades para adquirir un libro o material especializado de lecturas.
Por ello se adelantan proyectos para incentivar a los estudiantes a que lean la literatura, para que vivan el libro como un promotor de la imaginación y el conocimiento, que les permite dialogar y relacionarse con el mundo, así como desarrollar pensamientos creativos y críticos a partir de la lectura de diferentes referentes de la realidad en sus distintos ámbitos.
Actualmente en el municipio se desarrollan dos proyectos para convertir el libro en un medio fundamental de aprendizaje de los niños y adolescentes y fortalecerlos con talleres de lectura y escritura para después entregarles algunos libros y que ellos organicen sus propias bibliotecas. Estos son la Biciblioteca del Saber y la Fiesta del Libro y la Cultura (Filtu), liderados por Jairo García.
La Biciblioteca es una bici-carreta que se adecuó para llenarla de libros infantiles, literatura universal y afrodescendiente, entre otros. Por otra parte, la Fiesta se realiza desde hace 10 años como una estrategia para que el público juvenil se acerque más a los libros y promover la lectura en la región. Este evento cuenta con el respaldo del Ministerio de las Culturas, las Artes y los Saberes.
El profesor Gabriel Barrero Tapias, director de la UNAL Sede Tumaco, con el apoyo de los organizadores de la Filtu, trasladó este evento a las instalaciones de la Universidad para que los miembros de la comunidad académica participaran en actividades como los conversatorios “La importancia de la lectura y la escritura para fortalecer la oralidad”, con las mujeres del nodo de oralidad; “Cómic y caricatura” con Julio César González “Matador”, caricaturista colombiano, y María Daniela Portela, zootecnista y estudiante de la Maestría en Gestión y Desarrollo Rural de la UNAL.
Durante la Filtu se lanzó la historieta ¿Va´aliñar?Narrativas sobre el vivir sabroso de las aliñadoras de pescado de la galería de Tumaco, un ejemplo de cómo este tipo de producciones combinan varios elementos culturales y sirven para promover la lectura en los territorios.
La estudiante Portela asegura que “la narración es fundamental para construir el comic. En la cartilla ¿Va’ aliñar? se plasman las narrativas sobre el “vivir sabroso” de las aliñadoras de pescado de la galería de Tumaco. Inicié la investigación y las lecturas de las raíces de esta frase para poder plasmarla en una historieta acompañada de las décimas cimarronas consideradas únicas en el mundo”.
La caricatura y el cómic son medios de comunicación alternativos que narran las historias de una forma dinámica y visual, utilizando diferentes elementos para construir un discurso alternativo de la realidad. En este contexto, “no se construye caricatura sin leer y sin pensamiento crítico”, coincidieron el caricaturista “Matador” y la investigadora Portela.
“Para crearlas se requiere fundamentalmente leer. Un buen proceso de lectoescritura facilita otros procesos de aprendizaje y desarrollo de sus capacidades como estudiantes. Aprender leyendo también nos ubica en las realidades del territorio y del país”, indicó “Matador”.
La lectura y la escritura se constituyen en bases fundamentales para cualquier área del conocimiento. Por tanto, su apropiación, manejo y aplicación es primordial no solo para los estudiantes, sino también para los profesores como agentes mediadores de dichos procesos, de manera real y significativa en su contexto.
Tanto la oralidad como la escritura exigen un nivel de comprensión tan complejo el uno como el otro. Su importancia estriba en que las personas que carecen de este tipo expresión ven reducido su trabajo profesional, su vida académica y sus vínculos sociales con la comunidad en la que interactúan.
Por eso la educación debe ampliar las habilidades comunicativas de expresión oral y escrita de los estudiantes y mejorar sus capacidades de aprendizaje, porque así tienen más herramientas para estructurar y transferir sus saberes y tradiciones ancestrales.