Ómicron, más que un “resfriado común”
Según el Ministerio de Salud y Protección Social, al 22 de enero de 2022 se han aplicado 70.013.742 vacunas en todo el territorio nacional. De estos, 34.123.602 corresponden a la primera dosis, 25.161.189 a la segunda, 5.620.845 a monodosis y 5.108.106 dosis de refuerzo, dejando a 30.782.034 personas vacunadas con el esquema completo.
“Es importante tener en cuenta que las vacunas tienen diferente efectividad según las variantes. Eso no había tenido una mayor diferencia hasta que llegó la variante ómicron, que hace que las vacunas sean cerca de un 30 % menos efectivas de lo que se esperaría”, afirma el doctor Carlos Arturo Álvarez, médico infectólogo, docente de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL).
Eso quiere decir que si una vacuna tiene una efectividad del 90 %, con la variante ómicron esta puede ser del 60 %, haciendo que las personas vacunadas tengan mayor riesgo de infectarse, pero esta vulnerabilidad se supera nuevamente al aplicarse un refuerzo.
“Esta variante tiene otras dos características importantes: la primera es que hace que se pierda la inmunidad protectora que se ha adquirido de forma natural, es decir que alguien que ha tenido COVID-19 tiene más riesgo de reinfectarse con ómicron en comparación con otras personas no infectadas. Antes de la llegada de la variante, se creía que había un riesgo de reinfección del 1 o 2 %, pero esto pasó a un 15 o 20 %”, explica el doctor Álvarez.
Además advierte que “no se puede olvidar que ómicron es más contagiosa, ya que si con las variantes anteriores una persona contagiada lograba transmitir el virus a otras 3 personas, con ómicron puede ser entre 10 y 15 veces más, razón suficiente para implementar las diferentes medidas de protección con más constancia”.
“Las medidas de prevención son las mismas para todas las variantes existentes, es decir, usar el tapabocas, tener distanciamiento físico y lavado de manos; esto sigue siendo completamente eficiente en la prevención de contagios por COVID-19, pero es importante que estas se cumplan, porque al tratarse de una variante más contagiosa, si no se tienen estas medidas, la probabilidad de infectarse termina siendo más alta”.
Actualmente en el país es obligatorio usar el tapabocas tanto en espacios públicos al aire libre como en recintos cerrados en los que confluyen personas, por ser un elemento que, según la evidencia científica, previene la transmisión de la variante ómicron y de cualquier otro linaje del virus, por lo que, junto al lavado de manos, son las dos medidas no farmacológicas más efectivas.
A una distancia de 1,5 m entre una persona infectada con tapabocas quirúrgico y una no infectada con tapabocas quirúrgico, el riesgo es de 0,4 % hasta después de una hora de exposición, por lo que el uso adecuado del tapabocas proporciona una protección suficiente para los demás y para la persona infectada.