Obras inéditas de Alipio Jaramillo Giraldo emergen en su natal Manizales
El reciente hallazgo realizado en la UNAL Sede Bogotá ha vuelto a poner en el mapa artístico al pintor manizalita Alipio Jaramillo Giraldo, cuya obra Homenaje al campesino colombiano permaneció oculta bajo una docena de capas de pintura durante casi ocho décadas. Este mural, realizado en 1946, fue cubierto en 1953 durante la dictadura cívico-militar de Gustavo Rojas Pinilla, quien consideró que sus representaciones de campesinos y trabajadores eran “corrosivas” para el ambiente universitario.
La censura fue implacable para este artista cuyas ideas revolucionarias y comunistas chocaban con los valores conservadores de la época. Jaramillo, conocido por su insobornable carácter político, reflejó en sus obras la vida de los oprimidos y dedicó su carrera a reivindicar a las clases populares.
Angela María Arbeláez Arbeláez, historiadora del arte y quien ha sido curadora de la obra de Jaramillo, celebra el descubrimiento del mural en la Universidad como una “feliz casualidad”. Desde su casa en Atenas expresa que “el hallazgo es una buena noticia para el arte colombiano” y subraya la necesidad de adelantar una correcta investigación para recuperar la historia oculta tras la pintura.
La historiadora de arte, quien trabajó de cerca con el artista en la década de 1990, recuerda cómo él mismo le relató la tristeza que le causó ver sus obras censuradas. “Lo que pasó en la Universidad Nacional le causó mucho dolor a Alipio”, comenta, y resalta la importancia de investigar el vínculo entre el mural recientemente encontrado y los paneles que, aunque removidos y almacenados en sótanos, afortunadamente fueron restaurados y enviados a la Universidad de Caldas en la década de 2000.
“Para la Universidad Nacional este hallazgo representa no solo un redescubrimiento artístico sino también una oportunidad para dialogar sobre la historia y la censura. Celebro profundamente el acto de reivindicación adelantado por la Institución”, subraya.
Por su parte, Francisco Javier González Sánchez, profesor de la Universidad de Caldas y responsable de la Cátedra de Historia Regional, dedicó en 2019 la cuarta edición de la Cátedra a la obra de Alipio Jaramillo, destacando al artista manizaleño como un cronista visual de las luchas de su tiempo.
“Alipio nunca sacrificó sus ideales en busca de dinero o reconocimiento; su obra tenía un carácter profundamente humano y reivindicador”, señala.
El profesor considera que este mural representa uno de los mejores ejemplos del arte de Jaramillo como un acto de resistencia en una época marcada por la opresión y la censura. Jaramillo, reconocido por su enfoque en el realismo y su compromiso con la representación de las clases populares, plasma en este mural la vida y labor de los campesinos, figuras fundamentales en su obra.
Este reciente descubrimiento, en medio de trabajos de remodelación en la Facultad, no solo sorprendió a académicos y funcionarios, sino que además abrió un camino hacia la investigación y restauración de esta obra, que podría recuperar una parte vital de la narrativa cultural de Colombia.
La profesora Belizza Janet Ruiz Mendoza, vicerrectora de la UNAL Sede Manizales, explica: “la Universidad ha comenzado un acto de reivindicación con la obra de Alipio Jaramillo. He recibido una invitación de Silvia Cristina Mantilla Valbuena, vicedecana Académica de la Facultad de Derecho, Ciencias Políticas y Sociales, para que desde Manizales se enriquezca la cultura caldense a través de este importante hallazgo”.
“Desde la Sede, abrimos las puertas a la familia del artista, con el propósito de acercar la historia cultural de nuestro país a nuestros estudiantes y a la comunidad en general”, puntualiza.
La trascendencia de la obra de Jaramillo cruzó las fronteras, e incluso algunas piezas suyas se encuentras avaluadas en más de 200.000 dólares. Es uno de los artistas colombianos mejor valorados, reconocido por sus obras vendidas en la casa de subastas Christie’s de Nueva York, incluyendo su destacada pintura “9 de abril,” que hoy reposa en el Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires (MALBA). Esta proyección internacional lo convierte en una figura de gran importancia, cuya vigencia sigue enriqueciendo nuestra sociedad.
Sobre la obra de su tío Alipio, Ricardo recuerda que, "mi mamá, Lucía Giraldo Jaramillo, además de ser su abogada, fue la persona más cercana a Alipio. Él era un hombre solitario; siempre estaba pintando y dibujando. Su vida giró en torno a la pintura". Agrega que, “la obra de Alipio es invaluable, algunos de sus murales se encuentran hoy en el Banco de la República y, en este momento, otras entidades del Estado están interesadas en adquirir sus obras”.