Validar la información de estos ciclos con bases de datos y mejores sistemas de información se constituye en un primer paso para predecir eventos climáticos y plantear sistemas de alerta temprana que se enlacen con la adopción de medidas rápidas para evitar las consecuencias asociadas.
Al estudiar las sequías meteorológicas e hidrológicas producidas históricamente en la Macrocuenca Magdalena"Cauca (McMC) durante el periodo 1980-2010, Carolina Vega Viviescas, magíster en Recursos Hidráulicos de la Universidad Nacional de Colombia (U.N.), estableció que se trata de un fenómeno cíclico que afecta por igual a la región, y particularmente a las ciudades capitales, en donde existe mayor demanda de agua.
Esta información, útil para evitar los efectos adversos de estas temporadas climáticas, se obtuvo empleando datos globales del proyecto internacional de investigación "eartH2observe".
Conocida también como Global Earth Observation for Integrated Water Resource Assessment, esta iniciativa colaborativa busca contribuir a evaluar los recursos globales de agua, mediante el uso de nuevos datos y técnicas de observación terrestre.
"Queríamos validar las bases de datos de este proyecto y evaluar su utilidad en Colombia, ya que a pesar de que en el país tenemos una buena red meteorológica con el Ideam, existen muchas zonas en las que la calidad de la información no es buena porque son de difícil acceso", explica la investigadora.
El trabajo se centró en las sequías, debido a que estas provocan graves consecuencias en sectores como la agricultura, la seguridad alimentaria, la generación energética e incluso la salud humana y los ecosistemas.
Indicadores de sequías
Para el estudio se calcularon y analizaron espacialmente tres indicadores de sequías usados en todo el mundo: el Índice Estandarizado de Precipitación (SPI), el Índice Estandarizado de Precipitación-Evapotranspiración (SPEI) y el Índice de Agua per cápita (WCI). Estos se estimaron a partir de tres fuentes de información en el periodo 1980-2010: dos bases de datos del eartH2observe (WFDEI y MSWEP) y una serie in situ construida a partir de las observaciones de estaciones del Ideam.
Entre los resultados se halló que aunque las sequías más severas se dan en la parte alta de la cuenca, estas tienden a ser más largas en los valles medios de los ríos Cauca y Magdalena. Además, que al evaluar la sequía hidrológica (el efecto de la falta de lluvia en los afluentes) a través del WCI, los resultados indican que la McMC no se ve afectada en términos de escasez por este tipo de sequías en grandes extensiones.
Por el contrario, los efectos se concentran en las regiones cercanas a las ciudades capitales, en donde se localiza la mayor parte de la población. Las áreas más afectadas por valores extremos del WCI se extienden sobre el límite de la cuenca en la cordillera Oriental y desde la desembocadura del río Cauca en el Magdalena hasta la desembocadura del río Magdalena, en Bocas de Ceniza, al mar Caribe.
Por otra parte, se encontró que el MSWEP es capaz de predecir las tendencias temporales y espaciales de las sequías en la McMC, por lo cual se debería considera su integración con la red nacional de monitoreo tanto para los análisis de sequías nacionales y regionales como para estudios de gestión del recurso hídrico.
No todas las sequías fueron por El Niño
Por medio del estudio se identificaron 10 eventos de sequía meteorológica de gran incidencia regional en la McMC durante el periodo de estudio, los cuales ocurrieron en 1980, 1982-1983, 1985-1986, 1988, 1990-1992, 1995, 1997, 2001-2002, 2007 y 2009, siendo los más fuertes los de 1990-1992 y 1997.
Solo siete de estos eventos se pueden relacionar con el fenómeno El Nin"o. Los de 1985-1986, 1995 y 2001-2002, que no se relacionan con la Oscilación del Sur El Niño (ENSO), tuvieron una incidencia espacial importante y se asocian con extremos de las temporadas secas estacionales en el país.
Sin embargo los efectos de las sequías de largo plazo indican una fuerte correlación con un rezago de 3 a 4 meses entre los picos de El Niño, lo cual es muy importante en planes de gestión, prevención y adaptación a los efectos de las sequías en el país.