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Durante su intervención en el acto de apertura del segundo foro preparado por la ONU y la U.N., mediante el Centro de Pensamiento y Seguimiento al Diálogo de Paz, el funcionario de la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) expresó que para que la voz de los afectados sea escuchada es necesario reconocer la diversidad de situaciones y personas y evitar la división de los distintos grupos sociales.
"Combinar diversidad e igualdad es uno de los retos más importantes en este ejercicio que está realizando Colombia; su dirección debe ser exitosa", añadió.
Barrancabermeja, referente petrolero del país, se ha convertido en el centro de episodios violentos, principalmente en cuanto al conflicto que azota al país desde hace medio siglo, aseguró Jaquemet.
Precisamente, este municipio ha reportado cerca de 60.000 víctimas, de las cuales la gran mayoría son desplazados.
A partir de estos puntos, los organizadores proponen la construcción de paz con identidad propia, mediante la combinación de los estándares internacionales con los recursos locales.
En esta segunda versión de la iniciativa, proveniente de la mesa de negociaciones entre el Gobierno y la guerrilla de las FARC, los participantes concuerdan en que los victimarios deben reconocer la responsabilidad de sus crímenes, ofrecer una reparación completa y la garantía de no repetición, deteniendo las acciones que llevaron al conflicto.
Alejo Vargas, director del Centro de Pensamiento y Seguimiento al Diálogo de Paz de la U.N., sostiene que las víctimas tienen un papel vital en los procesos de reconciliación.
"No hablará ni la ONU ni la Universidad, sino las víctimas o las organizaciones que las representan. Es un acto colectivo cuyo resultado será llevado a la mesa", expresa el académico, oriundo de Barrancabermeja, municipio cercano a Bucaramanga que acoge en esta oportunidad el foro regional.
Para el profesor Vargas, "la mesa de conversaciones también tiene que definir que quienes han padecido el conflicto armado colombiano, no son solo las personas registradas desde 1985 a la fecha (como los reconoce la ley), sino todas aquellas que vienen sufriendo esta problemática desde los sesenta, incluso desde la época del Gaitanismo".
Según el alcalde de Barrancabermeja, Elkin David Bueno, las víctimas como sujeto social no necesitan ser reconocidas a través de mediciones y de normas. Es mediante el respeto a la integridad que se fortalecen las iniciativas.
En total son 10 mesas de trabajo que cuentan con participantes, moderadores y relatores, quienes abordarán temas como reconocimiento, responsabilidad, satisfacción de los derechos, participación, esclarecimiento de la verdad, reparación, garantías de protección, seguridad y no repetición, principio de reconciliación y enfoque de derechos.
Los foros como el de Barrancabermeja tienen como principios asegurar una participación equilibrada y pluralista, garantizar la participación de quienes sufrieron todo tipo de flagelos (actos de la guerrilla, paramilitares y agentes del Estados) y promover la participación local.
En la apertura también hicieron presencia funcionarios como Hernando Toro, representante de la Defensoría del Pueblo a nivel nacional; la exsenadora Piedad Córdoba y el senador electo Iván Cepeda.
Este segundo encuentro contará con la presencia de víctimas y organismos provenientes de Antioquia, Santander, Norte de Santander, Arauca, Boyacá, sur de Bolívar y sur del Cesar.
Tal y como pasó en Villavicencio, jóvenes entre 13 y 24 años participarán en una mesa especial en la que se estructurarán sus propuestas con la ayuda de los relatores de la ONU y la U.N.
Esta es una iniciativa de la mesa de negociaciones entre el Gobierno y la guerrilla de las FARC para la discusión del punto número cinco de la agenda. Los foros buscan recopilar el mayor número de propuestas de víctimas, organizaciones y de la sociedad civil en general, para que lleguen a La Habana y sean tomadas en cuenta.