Escudo de la República de Colombia Escudo de la República de Colombia
/Neutropenia febril, complicación del cáncer que aumenta el riesgo de mortalidad
Salud

Neutropenia febril, complicación del cáncer que aumenta el riesgo de mortalidad

    Los pacientes con cáncer tienen un mayor riesgo de morir por las infecciones que pueden contraer. La neutropenia, una condición en la que los niveles de neutrófilos (células fundamentales en la defensa inmunológica) disminuyen significativamente, es un escenario propicio para que se desarrollen infecciones, ¿por qué?

    Las personas con cáncer hematológico –como leucemias y linfomas– enfrentan una doble vulnerabilidad, ya que la propia enfermedad disminuye las defensas del sistema inmunológico, y además los tratamientos a los que se deben someter –como la quimioterapia– afectan las células encargadas de combatir las infecciones.

    Entre las condiciones que afectan la sobrevida de quienes padecen de cáncer está la “neutropenia febril”. Durante el seminario “Investigación en enfermedades infecciosas”, realizado en la Universidad Nacional de Colombia (UNAL), la profesora Sonia Isabel Cuervo, médica infectóloga de la Institución, explicó que “la fiebre es un síntoma común de infección y una señal de alerta que indica que el cuerpo no tiene la capacidad suficiente para combatir las bacterias presentes, y con ello pueden aparecer complicaciones severas”.

    Los glóbulos blancos son unos de los componentes del sistema de defensa que evita este tipo de condiciones. Sin embargo, cuando los neutrófilos (que están dentro de esas células) disminuyen no pueden ejercer el mismo mecanismo de acción protectora.

    “Cuando se toman los cuadros hemáticos se hace un conteo de leucocitos, neutrófilos o poli-morfonucleares (otras células inmunitarias). Aunque el rango normal de los neutrófilos es de entre 2.000 y 8.000 cel/microlitro, las personas con cáncer y neutropenia pueden tener entre 100 y 150, que son niveles muy bajos”.

    “Entonces, si los pacientes tienen bajas las defensas, cuando el huésped está en emergencia porque tiene una infección, se desencadena una respuesta que es la fiebre”, explica la docente.

    Como el sistema inmune es deficiente en número de células “defensoras”, los especialistas acuden a los antimicrobianos o a los antibióticos para disminuir el riesgo de que se presente una infección grave como las que pueden originar las bacterias.

    “Por eso es importante abordar las infecciones oportunamente, ya que la resistencia bacteriana y el uso prolongado de antibióticos pueden aumentar la mortalidad”, reitera la experta.

    Recientemente la profesora Cuervo aportó a un estudio adelantado por investigadores de la UNAL y de otras instituciones cuyo objetivo era analizar pacientes de Bogotá con cáncer hematológico y neutropenia que presentaban bacteriemia, es decir que tenían bacterias en la sangre.

    La investigación reveló que la resistencia de los microorganismos responsables de las infecciones era significativamente más alta en este grupo frente a la población general.

    Se identificaron 196 pacientes con esas condiciones y un alto número de microorganismos que incidieron en la muerte de cerca de 50 de ellos. Cuando los especialistas hicieron los aislamientos, encontraron bacterias gramnegativas, reconocidas por tener una membrana externa que en general las pueden hacer más resistentes a ciertos antibióticos.

    En el estudio se evidenció que estas bacterias tenían una resistencia significativa a un tipo de antibióticos conocidos como beta-lactámicos, dentro de los cuales están las penicilinas –entre otros– que se pueden emplear en tratamientos contra bacterias que ocasionan neumonía y otitis, entre otras afecciones.

    Dos importantes mecanismos de resistencia encontrados fueron la producción de beta-lactamasas tipo BLEE (beta-lactamasas de espectro extendido) y carbapenemasas, dos enzimas capaces de romper algunos componentes de los antibióticos. Estos efectos son de interés para los investigadores porque limitan las opciones de tratamiento y pueden llevar a infecciones más difíciles de controlar.

    Los resultados de esta labor investigativa ayudan a los especialistas a entender mejor los patrones de resistencia de las bacterias, y así pueden desarrollar estrategias de tratamiento más efectivas que impactan en poblaciones vulnerables como las que conviven con el cáncer.