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Su directora Marion Weber Scharff menciona que desde hace unos meses este espacio se encuentra en proceso de remodelación y reestructuración para reanudar su servicio el próximo mes de mayo.
La comunidad universitaria y el público externo podrán disfrutar, según la docente, de colecciones renovadas con un enfoque más didáctico y la visualización de un componente histórico muy importante.
Además de trasformar las exhibiciones incluyendo una muestra petrográfica (rocas) y paleontológica (fósiles), también contará con una sección de los archivos personales de egresados reconocidos de la entonces Escuela Nacional de Minas, como Gerardo Botero Arango, gestor de la construcción del espacio actual donde se ubica la Facultad, quien logró una colección rigurosa de fósiles de todo el país.
Igualmente, se podrá observar gran parte de la biblioteca personal de Hernán Garcés, primer doctor en Geología del país, graduado en la Universidad de Chicago, quien además tenía mapas de la planta de fundición que desarrolló en la empresa Peldar y un envidiable registro de fotografías de los años 30 del siglo XX.
"El año pasado nos enteramos de que la hija de Hernán Garcés no sabía qué hacer con su patrimonio físico, y emprendimos la gestión para custodiarlo e incorporarlo al museo", agrega la geóloga Weber.
Uno de los elementos más importantes que tendrá este espacio es el componente didáctico, que estará representado, por ejemplo, en una mejor señalización, leyendas de los objetos y colecciones con información necesaria para que los visitantes puedan recorrer los espacios y entenderlos fácilmente.
Para la profesora Marion Weber Scharff, un museo no se debe limitar a una sala de exhibición, sino también hacer de la investigación un componente fundamental, por lo que otro de los trabajos que se han venido realizando es la elaboración de un archivo propio que incluye la digitalización y caracterización tanto del material fotográfico como del documental.
En la actualidad, realizan la clasificación de material en colecciones valiosas. Tal es el caso de los libros de Tulio Ospina publicados en 1921, los cuales ya no se consiguen y fueron muy importantes en su época, o los libros de geólogos estadounidenses de renombre.
La modernización, de la cual los monitores han sido parte fundamental, vendrá acompañada, además, de nuevas temáticas y diseños en las vitrinas que tienen como propósito llamar la atención de los usuarios y enseñar cosas importantes.
Es el caso de un estante que se denominará "Los minerales y el hombre", centrado en el uso que desde tiempos remotos se le daba a rocas y minerales en la fabricación de lanzas, flechas y otros artefactos que inventó el hombre para su supervivencia; o de "Los minerales en lo cotidiano", donde se mostrará la conexión entre la mineralogía y elementos del día a día de la gente.
El renovado Museo de Geociencias de la Facultad de Minas también contará con antigüedades como microscopios petrográficos de 1920, brújulas y teodolitos (para mediciones topográficas).