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Educación

Minambiente y Mineducación evaluaron inversión para recuperar el edificio del Instituto de Ciencias Naturales

    La creciente preocupación por el deterioro de la infraestructura del ICN llevó a la ministra de Ambiente y Desarrollo Sostenible, María Susana Muhamad, y a delegados del Ministerio de Educación, a visitar a las instalaciones de este baluarte del patrimonio natural del país, con el fin de llegar a acuerdos sobre la inversión necesaria para recuperar el edificio, que ronda los 124.000 millones de pesos.

    Los funcionarios de alto nivel del Gobierno pudieron ver de primera mano las fracturas estructurales que presenta el edificio, en donde funcionan el Museo de Historia Natural –que cada año recibe a unos 16.000 niños de distintos colegios interesados en conocer sobre biodiversidad– y el Instituto de Ciencias Naturales (ICN), que alberga 13 colecciones científicas con 3,5 millones de ejemplares de plantas, aves, insectos y hasta hongos.

    Durante la reunión, la profesora Dolly Montoya Castaño expresó su agradecimiento por el espacio dado y manifestó que, "desde varios años la Institución viene persiguiendo este sueño, esperamos que ahora podamos llegar a un acuerdo para hacerlo realidad".

    El profesor Miguel Gonzalo Andrade Correa, director del ICN, precisó que “el edificio está completamente fracturado porque fue pensado como un museo con salas de exposición al público, pero no para mantener el peso de 3,5 millones de ejemplares”.

    “Lo que le estamos pidiendo al Gobierno nacional, al Departamento Nacional de Planeación (DNP) y a los ministerios de Ambiente, Educación y Hacienda, es que aporten un dinero adicional al presupuesto de la Universidad de 124.000 millones de pesos, que es lo que vale la construcción del nuevo proyecto arquitectónico para albergar el Instituto de Ciencias Naturales y el Museo de Historia Natural”.

    Al respecto, la ministra Muhamad manifestó que “entendemos el valor de estas colecciones como parte de nuestra identidad nacional. En la COP16 de Biodiversidad 2024, podremos aunar esfuerzos con la cooperación internacional, Minambiente y Mineducación”.

    Por el momento, el equipo jurídico de los Ministerios revisará en detalle este proyecto para definir, junto con las directivas de la UNAL, qué entidades entrarían a mediar en este proyecto de construcción que se planea en 3 fases, y cuáles serían los respectivos compromisos.

    La arquitecta Claudia Rueda, directora de la Dirección de Ordenamiento y Desarrollo Físico de la UNAL, precisó que la etapa I corresponde a la Colección Herbario Nacional Colombiano que incluye dicha colección, laboratorios de investigación botánica, espacios para investigadores y espacios de bienestar y trabajo autónomo. La fase II abarca la colección científica de zoología, arqueología y paleontología, laboratorios de zoología y espacios para investigadores.

    "Para la etapa III, que abarca el Museo de Historia Natural, se contempla la sala de exposición permanente "Cinco regiones y su evolución", salas de exposición temporal, salas para talleres de divulgación y la reserva de colecciones", dijo.

    Patrimonio de la nación

    Quienes conocen el ICN lo describen como un repositorio de conocimiento sin igual en Colombia. Entre sus colecciones se encuentran especímenes recogidos por José Celestino Mutis durante la Expedición Botánica, así como ejemplares recolectados por Alexander von Humboldt a finales del siglo XVIII.

    Además del Museo, el ICN también es un centro de investigación y formación de profesionales en biodiversidad, cerca de 200 personas trabajan o estudian diariamente en el edificio, incluyendo 10 profesores y 40 estudiantes que se encuentran en campo recolectando nuevos especímenes.

    Dentro de las últimas expediciones está la realizada por el profesor Julio Betancur del ICN en Isla Gorgona, en la que recolectó plantas de diferentes familias.

    Cuando se recolectan este tipo de muestras, los expertos las cubren delicadamente en papel periódico y luego las guardan en bolsas plásticas con alcohol. Estas bolsas se transportan al laboratorio botánico del ICN y allí las plantas se disponen en hornos eléctricos por 72 horas para que se sequen por completo. Después viene el proceso de montarlas en cartulina, ponerle las etiquetas con los respectivos datos de la colección, las coordenadas geográficas y un sello del Herbario Nacional Colombiano que aloja el acervo de flora del Instituto.