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Medioambiente

Microorganismos en humedales del Amazonas serían un riesgo para la salud y el ambiente

    En los humedales de esta región, usados para el disfrute y el consumo de los habitantes, se identificaron cianobacterias de diferentes tipos, algunas cuyo contacto representaría un riesgo para la salud humana y para los mismos ecosistemas por su proliferación, así como otras con componentes farmacológicos.

    Un proyecto de la Maestría en Estudios Amazónicos de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) Sede Amazonia abrió nuevas oportunidades de estudio de cianobacterias, un microorganismo capaz de realizar fotosíntesis oxigénica (que produce oxígeno) y de expandirse en cualquier tipo de ecosistemas, adaptaciones que han permitido el desarrollo de sustancias aplicables en el ámbito de la salud y la biotecnología, pero que también representan un riesgo ambiental en los lugares donde proliferan sin control.

    La investigadora Alejandra Andrade, magíster en Estudios Amazónicos, realizó un estudio en 5 cuerpos de agua ubicados alrededor de Leticia, justamente en la carretera que dirige hacia el área no municipalizada de Tarapacá, donde los habitantes aprovechan estas zonas generalmente para ocio, pero también para consumo de agua.

    Estos lugares de estudio están divididos entre la zona urbana y rural de Leticia, donde se encuentran barrios como Villa del Prado, Castañal Los Lagos, Nianimechi y Villa Cruz. Y también resguardos y comunidades indígenas como: Km 6 San José, Ciudad Hitoma Km 7, Manida Naira Isuro (Monilla Amena) Km 9 y 8, Nimaira Naimeki Ibiri Km 11 y San Antonio, San Pedro y San Sebastián de Los Lagos.

    Las cianobacterias como un desafío ambiental

    La investigación reveló riesgos asociados con las cianobacterias que producen toxinas como las microcistinas, vinculadas principalmente al género Microcystis, identificada durante la recolección de muestras y que suele encontrarse en áreas donde hay vertimiento de aguas residuales.

    “La proliferación masiva de ellas puede afectar gravemente la fauna acuática y la calidad del agua, poniendo en riesgo la salud de los seres humanos, pues a corto plazo puede provocar náuseas, vómitos, diarrea y dolores de cabeza, mientras que la exposición a largo plazo puede causar daño hepático y neurológico y se ha relacionado un mayor riesgo de cáncer de hígado”.

    “Lo que más me preocupaba era ver que las personas estuvieran cerca de estos lugares y teniendo contacto con estas cianobacterias, las cuales podrían ser tóxicas, de hecho evidencié que algunos niños que se bañan en estos lugares que tienen estas cianobacterias y no saben que son peligrosas […] pero nadie hará nada hasta que no ocurra algo grave”, advierte la investigadora Andrade.

    El profesor Santiago Duque, director del Laboratorio de Manejo y Gestión de Humedales de la UNAL Sede Amazonia, señala que “Leticia solo cuenta con dos pequeñas plantas de tratamiento, pero no son suficientes para los más de 49.000 habitantes de la capital de Amazonas, lo que deriva en un problema de contaminación. Actualmente las aguas residuales se vierten directamente en fuentes hídricas como humedales, caños, quebradas y el mismo río Amazonas”.

    Potencial beneficio para la salud

    En los cuerpos de agua estudiados también se encontraron 4 especies de cianobacterias: Limnothrix vacuolifera y Limnothrix sp., además de un grupo de lyngbya y Oscillatoria que generalmente se hallan en cuerpos de agua dulce, especialmente en ambientes eutróficos, que son ricos en nutrientes.

    Esta investigación se enfocó en el ámbito molecular y en la identificación de genes que codifican metabolitos secundarios, es decir compuestos orgánicos que no están directamente involucrados en el crecimiento, desarrollo o la reproducción del organismo, pero que sí desempeñan funciones importantes, como la defensa de patógenos.

    Justamente la presencia de estos genes se corroboró mediante pruebas realizadas en laboratorio donde se identificaron inhibidores de hongos Penicilliun y de bacterias como Klebsiellapneumoniae, Escherichia coli y Enterococcus faecalis.

    Estos microorganismos, que ya han sido estudiados en laboratorios de Ecuador y Brasil, presentan un alto potencial en la producción de compuestos antimicrobianos, los cuales actúan contra bacterias, virus o parásitos, y también anticancerígenos, vitales para el futuro de la salud pública en Colombia.

    “En países como Ecuador se consumen ciertas cianobacterias como Nostoc sp., por su alto valor proteico y antioxidante, y en África se cultiva la espirulina para alimentar a las comunidades locales. Se puede decir que cultivar representa una importante alternativa sostenible sin dañar el ecosistema”, aseguró la magíster Andrade.

    Sostiene además que actualmente su proyecto es pionero en el ámbito molecular y en la búsqueda en el Amazonas de genes que codifican metabolitos secundarios con potencial biotecnológico. “Se han hecho más investigaciones de alta calidad sobre las cianobacterias, pero enfocadas solo en análisis taxonómico y morfológico”, puntualizó.

    Educación y concientización que transforma

    La investigadora impartió talleres de sensibilización en la Institución Educativa San Juan Bosco de Leticia, donde la mayoría de los estudiantes son de comunidades indígenas de las etnias tikuna, yukuna, cocama, yaguas, huitoto, matapí y bora.

    Más de 300 estudiantes de 6° a 8° grado conocieron detalles sobre la naturaleza de las cianobacterias y sus efectos en la salud y el medioambiente. “Queríamos que los niños y jóvenes conocieran y comprendieran que estos organismos no son necesariamente enemigos, sino que hay que aprender a convivir con ellos”, comentó la investigadora.

    Uno de los cuerpos de agua objeto de estudio de la magíster Andrade se encuentra dentro de un espacio que forma parte de la institución educativa, por lo que era necesario darle a conocer a la comunidad educativa que jugar con agua estancada contaminada, o usarla para consumo, es un riesgo para todos.

    “Como desarrollé este proyecto en medio de la pandemia, la posibilidad de realizar actividades con los estudiantes, docentes y administrativos del San Juan Bosco fue limitada, pero a futuro pretendo llegar con esto no solo a colegios sino además a las comunidades indígenas del Amazonas para sensibilizarlas y que aprendan a vivir con las cianobacterias”, concluye la magíster Andrade.