Metro de Medellín podría cobrar según la distancia recorrida por el usuario
“Los sistemas de transporte público en Colombia atraviesan preocupantes dificultades financieras, bien sea como consecuencia de la pandemia por COVID-19 o por la pérdida de competitividad frente a modos privados como el automóvil o la moto”, afirma el economista José Fernando Jaramillo Boon, magíster en Ingeniería - Infraestructura y Sistemas de Transporte de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) Sede Medellín.
Según el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE), a finales de 2022 el número de pasajeros movilizados en el país se redujo un 2,9 % con respecto a 2021. “Este panorama muestra la necesidad de adaptarse, y aunque el Gobierno ha motivado la generación alternativa de ingresos (mediante publicidad, por ejemplo), no hay que descuidar la venta de boletos, que seguirá siendo uno de los ingresos más importantes a corto y mediano plazo”, agrega el experto.
En su trabajo de grado, el magíster estudió qué pasaría si se implementara un nuevo esquema tarifario en un sistema público, tomando como caso de estudio el Metro de Medellín. “Nos preguntamos: ¿esto motivaría a más usuarios a hacer uso del sistema? ¿ayudaría a mantener el cierre financiero de la entidad? ¿qué pasaría con el bienestar social?”.
Luego de revisar la literatura y analizar cómo operan los mejores Sistemas Integrados de Transporte Masivo (SITM) del mundo, el investigador planteó un experimento a partir de los tres esquemas tarifarios existentes: (i) tarifa plana, la más común en Colombia, se cobra una tarifa fija sin importar el origen ni el destino, (ii) tarifa por distancia, que funciona en los taxis, por ejemplo, y (iii) tarifa por zonas, que es un punto intermedio entre las dos anteriores.
Aunque la Línea A del Metro de Medellín maneja una tarifa diferencial, según segmentos de población: usuario frecuente 2.880 pesos, adulto mayor 2.660 pesos, estudiante 1.260 pesos y pasajero eventual 3.280 pesos, a rasgos generales se trata de una tarifa plana, porque cuesta lo mismo independientemente de la distancia del viaje.
También analizó la Encuesta Origen-Destino de Hogares (EODH, 2017), sobre la cual comenta: “hicimos un sondeo y un grupo focal para conocer la opinión de los usuarios y no usuarios frente a la posibilidad de pasar a un esquema por zonas. Como la recepción fue positiva, pasamos al segundo paso: usar una técnica basada en la teoría de redes para determinar las zonas y las tarifas óptimas”.
La zona Norte iría entre las estaciones Niquía y Caribe; la Centro entre Universidad y Ayurá; y la Sur entre Envigado y La Estrella. Y las tarifas serían: 1.594 pesos para movilizarse entre estaciones de una misma zona, 1.952 pesos entre estaciones de dos zonas, y 3.022 pesos entre estaciones de tres zonas.
El magíster encuestó a más de 700 usuarios del Metro para determinar si preferirían usar el sistema con este esquema tarifario, aun por encima de otros modos de transporte.
“Encontramos que, para viajes entre estaciones de una y dos zonas, la mayoría de usuarios del bus se pasaría al Metro, mientras que si la tarifa para viajes entre tres zonas aumenta más de lo que cuesta en la actualidad, los usuarios del Metro se pasarían al Bus”, anota.
Teniendo en cuenta este último hallazgo, al estudio se incorporó una metodología de análisis de bienestar social para asignar un subsidio cruzado a estos viajeros, logrando así que el efecto se revirtiera y prefirieran el Metro.
“El resultado final es que incorporar el esquema de zonas tarifarias llevaría al Metro a tener un 53 % del mercado Metro-Bus, lo que sería un 18 % del transporte del Área Metropolitana del Valle de Aburrá, además de que el número de pasajeros habría un aumentado el 25,8 % en comparación con los datos de la EODH 2017”.
El esquema de zonas tarifarias sería compatible con las tarifas diferenciales actuales. “Sin embargo, en investigaciones posteriores se debería completar el tamaño muestral para otros mercados, fundamentalmente los de Metro-Auto y Metro-Moto, para contribuir a la transición hacia medios de transporte más sostenibles. También sería importante expandir el experimento a toda la red del Metro, incluyendo los buses integrados, el metroplus, el metrocable, etc.”.