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Programa de Zootecnia de la UNAL Sede Palmira renueva Acreditación de Alta Calidad
En un mundo donde la seguridad alimentaria y el cuidado del medioambiente son prioritarios, la labor del zootecnista es cada vez más esencial.
El Ministerio de Educación Nacional (MEN) le renovó la Acreditación de Alta Calidad por ocho años al programa de Zootecnia de la UNAL Sede Palmira.
Las directivas de la carrera de Zootecnia de la Sede Palmira adelantan la armonización curricular del programa de cara al futuro de esta profesión.
La Acreditación de Alta Calidad les garantiza a los estudiantes una formación respaldada por estándares de calidad y excelencia.
Los pares académicos que evaluaron el programa destacaron la calidad de la enseñanza, la formación doctoral de los profesores, la infraestructura y el sistema de bibliotecas.
Próximamente el programa convocará a una serie de eventos de entrada libre para discutir las necesidades en la formación y la nueva mirada del zootecnista en la sociedad actual.
En el programa de Zootecnia la investigación abarca una amplia gama de temas que van desde la nutrición animal hasta la adaptación al cambio climático, promoviendo la innovación y la sostenibilidad en el sector agropecuario.
La buena noticia se da como resultado del proceso de evaluación del programa por parte de los pares académicos del Consejo Nacional de Acreditación, del Ministerio de Educación Nacional (MEN), quienes analizaron de manera rigurosa diversos aspectos, desde la calidad de la enseñanza y la formación de los profesores hasta la infraestructura, el sistema de bibliotecas, la trayectoria de la carrera en la región y el impacto positivo de sus egresados en diversas instituciones.
La Acreditación de Alta Calidad no solo reconoce el arduo trabajo realizado por la Universidad, sino que además les garantiza a los estudiantes una formación respaldada por estándares de calidad y excelencia.
Como parte de este proceso, las directivas académicas dan una nueva mirada al programa y desarrollan la armonización curricular integral que se espera materializar en 2025 y que empezó con la evaluación macrocurricular, etapa en la que analizan hacia dónde va la producción y la ciencia animal en el mundo y cuál es el rol del zootecnista en la sociedad moderna, abarcando áreas como la seguridad alimentaria, la sostenibilidad ambiental, la conservación de la fauna silvestre, el manejo de tecnologías emergentes y la gestión de grandes volúmenes de datos, además de la producción, la reproducción animal, la administración, el mejoramiento genético, la nutrición y el bienestar animal.
“En este proceso, que llevará a un nuevo Proyecto Educativo del Programa (PEP), estudiamos el entorno interno y externo, es decir analizamos programas homólogos en el mundo y en el país, hablamos con profesores, estudiantes y egresados, con gremios y con todos los actores relacionados para conocer su percepción y sus necesidades a partir de las nuevas demandas”, informó el profesor Juan Carlos Rincón Flórez, de la Facultad de Ciencias Agropecuarias de la Sede Palmira, a la que se adscribe la carrera de Zootecnia.
Como resultado de este trabajo formularán una idea y unos acuerdos centrales de lo que será la zootecnia del futuro para continuar con la etapa del “mesocurrículo”, en la cual diseñarán la hoja de ruta para determinar cómo van a transitar para lograr los objetivos de formación en esas nuevas competencias y aprendizajes, lo que permitirá finalmente llegar a definir la estructura microcurricular.
Para promover el diálogo y la participación de la comunidad universitaria y de actores externos en este proceso, el proyecto curricular ha programado una serie de eventos que incluyen un simposio internacional que se realizará en abril, así como espacios de encuentro con egresados y gremios del sector. Estas actividades servirán de plataforma para discutir los retos y oportunidades de la zootecnia en el contexto actual y contribuir en la armonización en curso.
Aunque existen desafíos en ciertas regiones, la demanda de zootecnistas es creciente tanto en el país como en el mundo. El profesor Rincón considera que “es crucial reconocer las múltiples facetas de esta ciencia, que van más allá de la simple producción animal, y aprovechar las oportunidades que ofrecen campos como la nutrición, la salud animal y la sostenibilidad”.
En la actualidad, investigadores del programa estudian aspectos como la gestión de recursos genéticos, la nutrición animal y la adaptación al cambio climático, además de una amplia gama de temas para mejorar la eficiencia y la sostenibilidad en la ganadería, a fin de preservar la diversidad genética y garantizar la adaptabilidad de las especies ante los cambios ambientales y las enfermedades, y desarrollar prácticas más sostenibles.
La investigación en biodiversidad y fauna silvestre también ha permitido entender las interacciones entre las especies domesticadas y su entorno natural, así como desarrollar estrategias de conservación y manejo sostenible de los ecosistemas. Así mismo, los proyectos de mejoramiento genético de especies acuáticas como los peces, adelantadas por investigadores del programa, son fundamentales para fortalecer la acuicultura nacional y garantizar el suministro de alimentos nutritivos en un contexto de creciente demanda.
Además, estudios sobre la adaptación animal al cambio climático, como el proyecto actual de los mecanismos de adaptación al calor en ovinos, son clave para mejorar la resiliencia de los sistemas de producción ante condiciones climáticas extremas.
