Así lo constató a la Agencia de Noticias UN el profesor del Laboratorio de Calidad del Aire en Bogotá del Departamento de Ingeniería Química, Luis Carlos Belalcázar, quien reveló las cifras obtenidas al cierre del Día sin Carro, divulgadas por la Secretaría Distrital de Ambiente.
Durante la jornada de ayer, el profesor Belalcázar dijo que los resultados se conocerían al finalizar el día, mientras la atmósfera liberaba los gases retenidos. Hoy, luego de hacer las mediciones se pudieron conocer los resultados.
Por ejemplo, para el ozono "malo" o los compuestos orgánicos volátiles, sustancias que se forman en el aire luego de la combustión de la gasolina de los vehículos, la reducción fue del 25% en comparación con el año pasado.
Agregó que, no obstante, el material particulado producto del diésel no bajó; incluso, en algunos momentos como las horas pico subió de 2% a 3%. Este contaminante es el otro de mayor presencia en el aire bogotano, junto con el ozono "malo", y es el que genera más afectaciones a la salud, tales como irritación ocular y enfermedades respiratorias agudas.
También explicó que hubo una reducción de monóxido de carbono (0,4%), dióxido de nitrógeno (1%) y dióxido de azufre (13%). Sin embargo, estas cifras no son muy significativas dado que "dichos contaminantes no tienen tanta incidencia como el ozono "malo" y el material particulado".
El especialista afirmó que aunque se llegara a aplicar más Días sin Carro a lo largo del año, como lo anunciaron las autoridades distritales, la medida seguirá siendo infructuosa si no se aplican medidas radicales y de fondo, como la renovación total del parque automotor de transporte público que ya culminó su vida útil, y sin una verdadera política pública para el sector.
"Si no se optimizan los sistemas de transporte masivo en la ciudad, que es lo que se ha intentado hacer durante muchísimos años sin resultado, la calidad del aire no mejorará", puntualizó.