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Salud

Mejor calidad de imagen en rastreos posterapia para pacientes con cáncer

    Evaluar la calidad de las imagen en los rastreos posterapia es crucial para los pacientes con enfermedades como cáncer, quienes deben consumir radiofármacos para prevenir un deterioro rápido. Como existen pocas opciones para generar imágenes de distribución de medicamentos en el cuerpo, mediante métodos y técnicas de medicina nuclear se encontró que el dispositivo conocido como “colimador de mediana energía MEGP” mejora la claridad y resolución de las imágenes optimizando la terapia para estos pacientes.

    En los últimos años ha sido muy frecuente el uso del teragnóstico, un método para tratar lesiones cancerígenas. Esta área de la medicina nuclear emplea moléculas unidas a unos átomos –radionúclidos– y combina el diagnóstico y la terapia dirigida por médicos especialistas para lograr un tratamiento personalizado.

    Con dicho método se utilizan dos tratamientos con radioisótopos: la terapia con yodo radiactivo (I-131) para el cáncer de tiroides, y el radioisótopo lutecio (Lu-177) para tratar cáncer de próstata resistente a la castración, además de tumores neuroendocrinos progresivos que se originan en las células de varios órganos del cuerpo como los pulmones, el páncreas y el tracto gastrointestinal. Estos tratamientos aprovechan la radiación beta para lograr efectos terapéuticos.

    Además de esa función, el I-131 y el Lu-177 también emiten radiación gamma, lo que permite obtener imágenes posterapia usadas para evaluar la biodistribución del radiofármaco y estimar la respuesta exitosa de la terapia, o para identificar tempranamente la progresión de la enfermedad durante el tratamiento y detectar nuevas lesiones.

    El procedimiento usual para realizar dichas estimaciones se basa en imágenes conocidas como “planares”, las cuales se usan como referencia para administrar la terapia a los pacientes; sin embargo, según indica Deisy Nataly Castellanos, magíster en Física Médica de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL), estas presentan limitaciones en cuanto a la precisión de la “biodistribución” del fármaco y puede informar de falsas lesiones debido a la pérdida de información anatómica y estructural.

    Ante esa clara necesidad de buscar imágenes con mayor calidad, la magíster siguió diferentes protocolos clínicos internacionales de adquisición y reconstrucción de imágenes de tomografía computarizada por emisión de fotón único (SPECT), y emprendió una búsqueda para proponer el protocolo más adecuado según la calidad de la imagen y los recursos disponibles en una instalación de medicina nuclear diagnóstica del país.

    “Recientemente se ha recomendado adquirir imágenes SPECT/CT posteriores a la administración de la terapia debido a la actual disponibilidad clínica de este sistema híbrido, el cual ha significado no solo la posibilidad de adquirir las imágenes anatómicas y funcionales en un único estudio, sino también la oportunidad de mejorar aún más la precisión para evaluar la biodistribución del radiofármaco en los pacientes y facilitar la corrección de atenuación”, explica.

    El objetivo de su estudio fue desarrollar un protocolo acorde con los parámetros de calidad en la adquisición de imágenes de rastreo posterapia con I-131 y Lu-177, aplicable a servicios de medicina nuclear en Colombia.

    La magíster sustenta que “en la física médica se utilizan métodos para caracterizar o evaluar la calidad de la imagen, uno de los cuales consiste en calcular subjetivamente la resolución espacial, las sensibilidad, el contraste y el ruido. Para evaluar esos parámetros se suelen usar simuladores físicos y se definen las principales características, como por ejemplo el tamaño, y si tiene una buena relación geométrica indica que la calidad de la imagen es buena”, anota.

    Mejores alternativas

    En el estudio con el I-131 se aplicaron parámetros de evaluación al proceso que hicieron posible identificar que se pueden obtener imágenes en simuladores físicos de alta calidad mediante colimadores de mediana energía diseñados para permitir el paso de rayos gamma de una energía específica. Siempre que se sigan protocolos adecuados, los centros médicos podrían utilizar estos colimadores para obtener imágenes de diagnóstico de buena calidad.

    La investigadora señala que “estos hallazgos son importantes porque en los meses previos a este estudio se produjo un desabastecimiento global del Lu-177 por una falla en uno de los reactores encargados de producirlo, así que con esto podemos decir que ya se puede hacer el mismo procedimiento con I-131, obteniendo mayor calidad”.

    Una mejor calidad de la imagen en este tipo de rastreos posterapia es fundamental para garantizar la precisión del tratamiento y la adecuada monitorización de la respuesta del paciente. Los resultados de este estudio proporcionan información valiosa para mejorar las técnicas de imagen y optimizar la terapia con radiofármacos como el I-131 y el Lu-177 en el teragnóstico.