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“Manzana cultural para las artes” revitalizaría icónico Edificio Nacional de Neiva
El Edificio Nacional construido por el arquitecto Alberto Wills Ferro sobresale por su cúpula, los vitrales, y mariposas blancas pintadas en los arcos con forma de herradura. Fotos: Iván Soto, arquitecto de la UNAL.
Antiguo edificio de la Central Eléctrica del Huila.
El Edificio Residencial Camacho es considerado como el primer centro comercial de la ciudad.
Vista de planos en 3D de la manzana sobre la carrera séptima, con propuesta de peatonalizar para conectar con la carrera octava.
Vista de las fachadas con una perspectiva sobre las distancias entre edificios sobre el proyecto “Manzana cultural para Neiva”.
Evolución histórica de la manzana del Edificio Nacional, Banco de la República, Central Eléctrica del Huila y Edificio Residencial Camacho.
Renders de la propuesta urbanística propuesta por el arquitecto Iván David Soto Bolaños.
La iniciativa surge del trabajo de grado de Iván David Soto Bolaños, arquitecto de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) Sede Bogotá, quien con la reactivación y adecuación estructural de un complejo de cuatro edificios antiguos de la ciudad propone darle un nuevo impulso cultural a la ciudad.
La Manzana del Edificio Nacional de Neiva se encuentra dentro de los límites del centro tradicional y forma parte de zonas históricas de la ciudad; además alberga otras tres edificaciones patrimoniales muy importantes para la ciudad: el antiguo Banco de la República, la vieja Central Eléctrica del Huila y el Edificio Residencial Camacho.
“De las haciendas y casas coloniales con grandes solares que caracterizaban la manzana solo quedan vestigios de los patios que hoy se han convertido en parqueaderos e intervenciones que no les dan la a las edificaciones verdadera relevancia”.
“La falta de documentación y la no valoración apropiada de los inmuebles resaltan el déficit de conciencia de las entidades gubernamentales frente al patrimonio arquitectónico y da paso a que los edificios sufran cambios en su morfología original, o simplemente se encuentren en estado de abandono”, menciona el arquitecto.
La intervención tiene tres pilares, el primero enfocado en el patrimonio, cuyo fin es articular y poner en valor los inmuebles patrimoniales de la manzana en función de rescatar sus valores originales mediante las liberaciones de anexos y modificaciones que han alterado su integridad a lo largo del tiempo.
El segundo está ligado al espacio público y a la vida urbana, brindando un nuevo equipamiento que contribuye a diversificar el suelo y fomentar nuevas dinámicas en el centro tradicional; también prioriza al peatón y las zonas verdes, teniendo en cuenta las deficiencias de espacio público de la ciudad.
Y el tercero se basa en la cultura, reconociendo a Neiva como la capital bambuquera de América, por losque se desarrolló un programa arquitectónico que supliera las demandas de espacios acústicamente adecuados para el correcto aprendizaje musical.
Así, se propone construir un edificio artístico compuesto por un sótano, donde estaría la bodega de instrumentos, insumos tecnológicos y un teatro para albergar mínimo a 500 personas; en el primer piso de la planta superior habría comercio local y artesanal; en la segunda planta, salas de ensayo y depósitos; y en la tercera, aulas teóricas y laboratorios de formación musical para niños y jóvenes.
Así se lograría crear un proyecto arquitectónico respetando y articulando las edificaciones patrimoniales circundantes, que en este momento suman alrededor de 1.240 m2, y con la intervención se llegaría a 5.651,9 m2.
De igual manera, las áreas verdes pasarían de 33 a 1.662 m2, con la incorporación de 103 m2 de cuerpos de agua, como fuentes.
La propuesta del arquitecto respetaría la forma de la estructura base, la cual tiene zonas ventiladas con flujo de aire libre, y se pondría una fachada de ladrillos con bordes en chaflán, es decir redondeados, para romper con las esquinas puntiagudas y generar armonía de la estructura y una perspectiva visual de un solo conjunto de edificios.
El arquitecto menciona que “la zona en donde se ubica este edificio tiene actividad comercial durante el día, pero en las noches se ha convertido en foco de inseguridad y soledad; por eso también se pretende peatonalizar parte de la avenida séptima para que conecte con la carrera octava, con el fin de unirse turísticamente y generar una transformación visual del espacio”.
El aporte del trabajo de grado hacia la ciudad corresponde a los cuatro volúmenes de la serie editorial PANe (Patrimonio Arquitectónico de Neiva), que condensa la investigación y documentación realizada para formular el proyecto, y al mismo tiempo da pie al descubrimiento del arquitecto lituano Vladas Vasiliauskas y a su obra arquitectónica en la ciudad.
“El propósito de la serie no es solo resaltar los edificios patrimoniales de Neiva, sino ser un punto de partida para futuros trabajos de investigación y consolidar así un archivo histórico arquitectónico para la ciudad”, anota el investigador.
El trabajo contó con la dirección de la profesora Jenny Astrid Vargas Sánchez, de la Escuela de Arquitectura y Urbanismo de la UNAL.
