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Damaxo Henao Salazar, estudiante de Artes Plásticas de la Universidad Nacional de Colombia (U.N.) Sede Medellín, es el autor de la obra que no tiene un nombre específico y que parte, principalmente, de la observación en su casa y de la Facultad de Arquitectura de la Institución.
Según afirma el autor, es importante "quedarse observando los espacios, dado que es como si ellos mismos comunicaran ciertas presiones. Por ejemplo, vos vas a una casa y sentís la energía del lugar".
A partir de esta reflexión, sus pinturas pueden plasmar, más allá de una representación, emociones como alegría o tristeza, e incluso invitar al espectador a hacer una introspección de lo que ve.
El estudiante Henao Salazar se vale de la observación de diferentes estados del espacio para abordarlos. Estos influyen en el proceso de elaboración al incluir los detalles que se agregan en los encuadres.
Las luces, por lo general naturales, son muy importantes para el artista. "Es como una investigación de los diferentes etapas del día y significados. Una luz del día puede evocar cosas diferentes a las de la tarde", manifiesta.
El primer ejemplo del manejo de la luz es el cuadro de su mascota sentada en el patio, que fue la que "detonó" la idea de lo que serían las demás pinturas.
De la manera en que están dispuestos los objetos y las condiciones de luz y temperatura, se da un punto focal que remite a la necesidad de captar un momento específico "en el que todo es perfecto", subraya.
El otro ejemplo es un tríptico en el que muestra un escenario en tres etapas. Explica que "el primero inicia en la mañana y está asociado a la tranquilidad, a que no hay pensamientos que atormenten; el segundo es después de la lluvia, dando la sensación de que todo es un ciclo y de que los malestares pasan. El último, cuando el agua se ha evaporado, evoca la superación, el volver a empezar y retomar los ánimos".
Uno de los referentes importantes en el proceso creativo del estudiante de Artes Plásticas es el pintor estadounidense Edward Hopper, puesto que considera curiosa la manera como este aborda los espacios. Para él, el artista parte de una mirada voyerista de lo cotidiano y mediante la simpleza de las imágenes logra trasmitir una sensación de melancolía.
Eso le llamó la atención, por lo que usó la paleta de colores que él empleaba, lo que se constituyó en un reto para transmitir "ese tipo de sensaciones tan humanas dejando completamente de lado la intervención de personajes dentro de las composiciones: que sea solo el espacio el que hable".
La obra se expone en la Sala Anexa de Sala U, en la Facultad de Arquitectura de la U.N. Sede Medellín. Según el estudiante Henao Salazar, la muestra es una invitación a que las personas se detengan a conservar, admirar, interpretar y habitar los espacios de manera más consciente.
La exposición hizo parte de la Octava Muestra de Egresados Escuela de Artes que estará abierta al público hasta el 20 de octubre.