Longevidad, el otro problema de los hipopótamos del Magdalena

Según la profesora Claudia Jiménez, de la Facultad de Medicina Veterinaria y de Zootecnia de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL), "pese a que existen alternativas efectivas para controlar la tasa de natalidad de animales silvestres, como los implantes GnRH (tratamiento de esterilización hormonal), estas pueden no ser tan eficaces en el caso de los hipopótamos que habitan en el Magdalena Medio, no solo porque son costosas sino también porque no existe un censo actualizado de estos enormes mamíferos".

Esta afirmación se hace después de conocerse el ataque de uno de estos animales a un campesino en Puerto Triunfo (Antioquia) a inicios de la presente semana. El hecho ha encendido de nuevo las alarmas sobre la necesidad de que las autoridades ambientales tomen decisiones definitivas para el control de los hipopótamos, especie introducida al país en los años ochenta por el narcotraficante Pablo Escobar.

En la actualidad, las autoridades locales estiman que existen unos 80 ejemplares, cifra que evidencia las dificultades que implicaría la tarea de esterilización, y que incluso si se consiguiera bajar a cero la natalidad, aún quedaría el problema de su longevidad.

La experta advierte que "aunque se acepte mejor una propuesta de contracepción que de control letal, el problema durará por lo menos medio siglo más".

Durante la conferencia "Contracepción: un enfoque para los animales silvestres", la docente expuso las ventajas que ofrecen estos métodos en el cuidado de la fauna silvestre como una alternativa para el control del crecimiento poblacional de algunas especies.

Para la profesora Claudia Brieva, de la misma Facultad, el control de la natalidad hubiera sido una estrategia óptima hace diez años.

A su vez, la docente Milena Lamprea recordó que entre las acciones negativas de esta especie a los ecosistemas se encuentran: la compactación del suelo haciéndolo poco productivo, la contaminación del agua, las agresiones a los pescadores y campesinos, y la afectación a las nutrias y los manatíes, que ya se está viendo.

En este punto, enfatiza: "sí es un problema bioético, pero lo prioritario aquí no es el bienestar del animal sino del ecosistema".

Las investigadoras de la UNAL coinciden en señalar que aunque sea una medida impopular, el control letal también se debe considerar. En su opinión, esta se podría hacer de manera concertada con la población local, ya que muchas personas han aprovechado a estos animales como una atracción turística y fuente de ingresos.