Líquenes indican que la calidad del aire en Facatativá no es buena
Los líquenes son organismos formados por la unión íntima (o simbiosis)de un hongo, y al menos un organismo fotosintético: un alga verde o una cianobacteria. Son capaces de colonizar todos los ecosistemas y tienen una capacidad de adaptación muy alta.
Como carecen de raíces, hojas y flores, absorben el agua y los nutrientes de la atmósfera, lo que los convierte en acumuladores de contaminantes del aire, y de paso en indicadores de la calidad de este.
El profesor Jaime Aguirre, director del Instituto de Ciencias Naturales (ICN) de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL), menciona que “se utilizan como indicadores de calidad de aire, ya que son sensibles a contaminantes como el óxido de nitrógeno y el dióxido de azufre, abundantes en las ciudades”.
Por ejemplo, al enfrentarse a la contaminación del aire algunas especies presentan cambios en su estructura (forma, color y población), condición que los ha convertido en aliados para elaborar el índice de pureza atmosférica (IPA) en Bogotá, Medellín y Tunja, y ahora en Facatativá, con esta investigación realizada entre la UNAL y la Universidad de Cundinamarca.
El docente explica que “el IPA se calcula por medio del conteo de líquenes que aparecen en árboles, utilizando una cuadrilla –alrededor de 40 cuadros– que se pone encima del tronco; la suma de este proceso determina el índice”.
Señala además que “un índice más alto significa una mejor calidad del aire, es decir que un mayor número de especies de líquenes refleja menos contaminación en la zona de estudio”.
Así, en Facatativá, mientras el IPA en las veredas de Macilla y San Rafael fue de 40, en la zona urbana los valores fueron de 2,29 y 3,09.
La profesora de biología Dionne Ballesteros, de la Universidad de Cundinamarca, señala que “el propósito era analizar la abundancia o escasez de poblaciones de líquenes en diferentes puntos del municipio, tanto en la cabecera municipal como en algunas de sus veredas, que están más alejadas del tráfico vehicular”.
Para la investigación se utilizaron 93 árboles elegidos según su diámetro –de 10 a 100 cm a la altura del pecho– e inclinación, que no podía ser mayor a 20 grados, y que además se encontraran a los costados de carreteras y vías principales.
La estudiante Laura Clavijo, de Ingeniería Ambiental de la Universidad de Cundinamarca, indica que se encontraron 212 líquenes de 10 especies, entre ellas Physcia sp., Ramalina celastri, Teloschistes exilis y Parmotrema sp. (la más frecuente); la familia más habitual fue Parmeliaceae”.
Como los líquenes no tienen una protección robusta en su superficie, permiten la entrada de líquidos y gases a su interior, lo que ocasiona cambios y daños como decoloración, acumulación de nitrógeno, muerte y desaparición.
Las especies más sensibles a la contaminación fueron R. celastri y T. exilis, y las que menos fueron Physcia sp.y Candelaria concolor.
El profesor Aguirre recuerda que Colombia posee alrededor de 1.000 especies de líquenes, por lo que “es importante que las universidades sigan trabajando en estas líneas de investigación de manera que el conocimiento generado sirva para que los decisores diseñen mejores políticas públicas frente a la contaminación del aire”.