Lactancia materna pierde terreno en Colombia
La leche materna sigue siendo el alimento ideal en los primeros meses de vida. Fotos: archivo Unimedios.
La publicidad de fórmulas lácteas influye en la decisión de muchas madres de seguir lactando. Foto: OMAR HAJ KADOUR / AFP
En zonas rurales la lactancia materna es más frecuente que en áreas urbanas.
La lactancia también protege la salud de las madres gestantes, reduciendo riesgos posparto.
La Facultad de Medicina de la UNAL conmemoró la Semana Mundial de la Lactancia Materna con actividades académicas y de sensibilización.
Según Mónica Adriana Forero Bogotá, nutricionista-dietista de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL), “aunque décadas atrás se registraron avances, en los últimos años la práctica de la lactancia materna ha disminuido, o incluso se ha estancado, especialmente en áreas urbanas, pese a los incalculables beneficios que aporta tanto para la salud del bebé como para la madre”.
Durante la Semana de Lactancia, organizada en la Facultad de Medicina de la UNAL en el marco de la Semana Mundial de la Lactancia Materna, la experta señaló que “entre los obstáculos que están limitando la continuidad de la lactancia materna exclusiva se encuentran: las insuficientes licencias de maternidad, ya que estas no van más allá de las 18 semanas para garantizar el tiempo necesario; el desconocimiento sobre los beneficios de lactar, y la influencia del mercadeo de fórmulas infantiles. Estos factores han llevado a que cada vez más mamás enfrenten dificultades para sostener la lactancia en condiciones óptimas”.
La Encuesta Nacional de Situación Nutricional (ENSIN) 2015 muestra que solo el 36,1 % de los lactantes menores de 6 meses reciben lactancia materna exclusiva, una cifra que, según la experta, está muy por debajo de la meta nacional y de las recomendaciones de la OMS, que establece como ideal que el 100 % de los bebés en este rango de edad se alimenten únicamente con leche materna.
La ENSIN 2015 evidencia además que la introducción de alimentos complementarios a los 6 meses se da solo en el 64 % de los bebés entre 6 y 8 meses, lo cual incrementa los riesgos nutricionales. Aunque en décadas anteriores hubo mejoras, en los últimos años la tendencia muestra una disminución, y en algunos sectores el estancamiento.
La experta Forero considera que “aunque en Colombia existen normativas, como la Ley 1822 de 2017 –que amplió la licencia de maternidad– y la Ley 1823 de 2015, que reglamenta las Salas Amigas de la Familia Lactante en el entorno laboral, su aplicación sigue siendo desigual y limitada”.
Estos espacios, creados en ambientes laborales y educativos, están diseñados para brindar apoyo a las mujeres que amamantan, pues ofrecen condiciones adecuadas para la extracción, conservación y almacenamiento seguro de la leche materna durante la jornada laboral o de estudio, lo que facilita la continuidad del proceso de lactancia.
En los primeros meses de vida la leche materna contiene todos los nutrientes y líquidos que un bebé necesita, en la cantidad y temperatura adecuadas. Además, protege contra infecciones gastrointestinales, respiratorias y urinarias, gracias a que contiene anticuerpos naturales. También favorece el desarrollo cerebral, motor y emocional, mejorando el rendimiento cognitivo y aumentando los puntajes en pruebas de inteligencia. Su impacto se extiende al largo plazo, al reducir el riesgo de enfermedades crónicas como obesidad, diabetes tipo 2, hipertensión y alergias.
En las madres, esta práctica contribuye a perder el peso ganado durante el embarazo, disminuye el riesgo de hemorragias posparto al estimular la contracción uterina mediante la oxitocina, y reduce la incidencia de cáncer de mama y de ovario. También fortalece el vínculo afectivo con el bebé y mejora la salud emocional de la mujer.
“Así mismo, algunas madres interrumpen el proceso por heridas en el pezón o dolor que no son atendidos oportunamente, o por la falta de información sobre técnicas de extracción y conservación de la leche”, agrega la especialista Forero.
Informa además que la ENSIN 2015 también reportó que en las áreas urbanas, aunque la lactancia materna se inicia con mayor frecuencia, tiende a abandonarse antes de los 6 meses, mientras que en zonas rurales la duración suele ser mayor, aunque con problemas en la introducción de alimentos complementarios adecuados.
Según explica la experta Forero, en las zonas rurales la lactancia materna suele tener mayor aceptación cultural, especialmente en comunidades campesinas e indígenas donde se mantiene la transmisión de saberes tradicionales. Allí, la menor exposición a la publicidad de fórmulas infantiles y las limitaciones económicas para acceder leches en polvo favorecen la práctica prolongada.
Sin embargo, las desventajas incluyen el acceso limitado a servicios de salud, lo que dificulta la consejería profesional oportuna, además de una mayor tasa de desnutrición materna, que puede comprometer la calidad y continuidad de la lactancia.
Por otro lado, en las zonas urbanas hay mayor acceso a servicios de salud, profesionales capacitados y programas de apoyo, así como más salas de lactancia en entornos laborales formales. No obstante, las madres enfrentan mayores presiones laborales, reincorporación temprana al trabajo en condiciones precarias, exposición intensa a la publicidad de fórmulas infantiles, y en muchos casos estigmatización de la lactancia en público.
Por su parte, la nutricionista–dietista Viviana Andrea Castillo, quien forma parte de la Junta de Egresados Nutricionistas de la UNAL (Andun), afirmó que “aún quedan varios retos relacionados con profesionales de la salud capacitados que promuevan y protejan la lactancia materna; también la necesidad de aumentar los bancos de leche materna en los hospitales, y promover el parto humanizado”.
“Por eso es fundamental promover políticas públicas que sigan protegiendo la lactancia materna, extender las licencias de maternidad hasta los 6 meses y expandir en todo el país programas distritales como las Salas Amigas de la Familia Lactante”.
Por último, destacó que la Facultad de Medicina de la UNAL ofrece un curso para que profesionales de la salud se puedan certificar como consejeros en lactancia materna.