Mientras la mayoría de los inscritos presentó el examen de admisión en las instalaciones de la Sede, ubicada a 15 minutos de Valledupar, otros lo hicieron en colegios de Valledupar, Curumani y Aguachica.
El profesor Iván Jaramillo Jaramillo, vicerrector de la UNAL Sede de La Paz, afirmó emocionado que desde que echó a andar el proyecto de la construcción de la Sede es la primera vez que los jóvenes de la región la visitan: "es satisfactorio ver la alegría, la emoción y la expectación de estos muchachos, pues es la prueba de que la presencia de la Universidad es una realidad en el Caribe colombiano, y concretamente en Cesar".
De la oferta académica de pregrado las mayores inscripciones fueron para las carreras las ingenierías Mecatrónica y Biológica, Biología, y Gestión Cultural y Comunicativa, las de menos inscripciones fueron Estadística y Geografía.
El vicerrector de la Sede de La Paz señaló que la acogida de la convocatoria para el primer proceso de admisión fue muy grande; tanto los jóvenes como los profesores y rectores de los colegios del Cesar saben lo que representa la llegada a la región de la primera universidad acreditada, y además la universidad pública más importante del país.
El día esperado
Aunque el examen empezaba a las 8 a. m., desde muy temprano los muchachos, algunos acompañados de sus padres "especialmente las mamás", hacían la fila, se cercioraban de que los documentos estuvieran en orden o de que el lápiz y el borrador no se les hubieran olvidado; con curiosidad miraban al otro lado de las rejas de la entrada principal de la nueva Sede de La Paz de la UNAL. A las 7:30 a. m. esas rejas se abrieron y documento en mano fueron ingresando uno a uno, tímidos, pero sonrientes.
Por ejemplo, María Fernanda Mercado Lizarazo es una de las jóvenes que anhela ingresar a la Universidad; ella se inscribió para la carrera de Gestión Cultural y Comunicativa. Su sonrisa lo dice todo: "mi expectativa es altísima teniendo en cuenta que la UNAL está certificada de alta calidad, es decir su prestigio es muy alto e igual será el nivel de exigencia".
Entre la larga fila, cuatro jóvenes "tres mujeres y un hombre" de la comunidad arhuaca conversaban sonrientes con sus atuendos de algodón resplandeciendo bajo el sol; madrugaron para bajar de la Sierra Nevada, que hoy no estuvo escondida tras la bruma. Ellas se inscribieron para Biología y él para Ingeniería Mecatrónica, carreras con las que esperan en un futuro mediano aportarle a su comunidad y a la región. Tihuani, nombre arhuaco de una de las inscritas, asegura que "todavía se desconoce mucho sobre el patrimonio del Cesar en temas de biodiversidad, y yo quiero hacer que esa riqueza se conozca y se conserve".
Transformación de la educación
Adentro, más allá de las rejas, una veintena de salones se dispusieron hoy para recibir a los inscritos. Allí esperaban los "guardianes" de las pruebas, entre ellos muchos rectores de colegios del Cesar.
La primera indicación de estos guardianes fue decirles que la prueba de admisión evalúa cinco componentes: Matemáticas, Ciencias Naturales, Ciencias Sociales, Análisis Textual y Análisis de Imagen, a través de 120 preguntas de opción múltiple con única respuesta, y que se disponía de un tiempo máximo de 3 horas y 30 minutos para resolverla.
Uno de esos guardianes es Carlos Alberto Izquierdo Osorio, director del Núcleo del municipio de Pueblo Bello (Cesar), quien no duda en afirmar que "lo que ha sucedido hoy en Cesar es histórico porque representa la oportunidad para que cientos de jóvenes puedan acceder a una educación superior de calidad". Para el docente, uno de los aspectos a destacar es que la UNAL llega con una oferta académica diferente y pensada para la región.
Es importante anotar que de los 12.500 bachilleres que se contabilizan en esta zona del territorio, solo el 30 % accede a educación superior. Los demás buscan estudiar carreras técnicas o tecnológicas o se quedan deambulando en las calles.
El profesor Javier Arturo Moriga Jaimes, rector de la Institución Ciro Pupo Martínez de La Paz, quien también cuidó las pruebas, afirmó que "la presencia de la UNAL marca un punto de inicio en la historia de Colombia y la región, pues vamos a tener la oportunidad de cambiar la cultura de ilegalidad que se ha vivido en el norte del Cesar, por la cultura de la academia. Bienvenida la Universidad Nacional, que le permitirá a estos jóvenes que hoy se presentan crecer y desarrollarse; que su presencia perdure por muchos años".
El profesor Jaramillo afirmó que en julio serán las matrículas y que se estima que el inicio de clases sería la segunda semana de agosto. También informó que el próximo 15 de julio se abrirá la segunda convocatoria regional para el examen de admisión para el primer semestre de 2020. De esta manera, la UNAL continuará en su apuesta por cerrar la brecha educativa que mantiene rezagada a esta región con respecto a otros lugares del país.