La ópera de El Rey Roger está basada en la tragedia Bacchae de Eurípides. La acción se ubica en la Sicilia del siglo XII, periodo de ocupación de una dinastía normanda en la isla, cuyo miembro más destacado fue Roger II (1130-1154).
Mateo Sepúlveda, estudiante de Dirección Musical expresó, a propósito del evento: "La ópera como información en la UN no es muy frecuente, mucho menos con repertorios del siglo XX, eso quizá fue lo que más llamó la atención", y añadió que el compositor polaco Karol Szymanowski es bastante interesante ya que maneja un repertorio clásico y romántico.
La ópera comienza en una misa solemne celebrada en la Catedral de Palermo y presidida por el Rey Roger y su esposa Roksana, el arzobispo y la diaconisa, figuras influyentes de la corte normanda, acompañados por los coros que suplican al soberano que imparta justicia y defienda la santa fe ante la presencia inquietante de un pastor que predica contra las creencias de los fieles y los incita al pecado.
Contrario a la opinión del coro, el consejero Edrisi, sabio árabe de la corte, y Roksana piden al Rey que no lo condene sin juzgarle.
Roger da orden de conducir al pastor a su presencia. Se trata de un joven bellísimo y misterioso, el cual en el diálogo con el Rey muestra un orgullo inquietante. Roger hace callar a la gente que lo insulta y el pastor describe con gran dulzura su Dios, que busca sus rebaños perdidos con la cabeza coronada de hiedra y racimos en las manos, capaz de saciar los deseos de sus fieles.
Edrisi suplica piedad para el joven, así como Roksana, y Roger tras un momento de cólera en que ordena que el pastor muera, decide liberarlo. El pastor mira a los ojos del Rey con una sonrisa luminosa y antes de salir, Roger le ordena repentinamente acudir a su palacio en la noche para ser juzgado.
Los actos de la ópera avanzan entre las ruinas de un templo griego donde se observa llegar al Rey Roger, fatigado y con una gran tristeza. Desconfía de encontrar a Roksana y el consejero lo insta a llamarla.
Pronto se escucha la respuesta de Roksana y la voz del pastor, la luna aparece entre las nubes e ilumina la escena y llega la Reina como una aparición maravillosa con una actitud amorosa hacia el Rey, al cual manifiesta que el pastor está en el firmamento, en el mundo de las estrellas.
"En la historia de la música, la ópera es el clímax, es lo más grande donde se llegó en la música. La sinfonía es muy grande, pero la ópera maneja textos, drama y comedia; es como una novela para la música y, debido a eso, para todo estudiante es importante conocer ópera y enfrentarse a nuevas obras como ésta", indicó Camilo Sánchez, estudiante de Música Instrumental de la Universidad Nacional.
Con una impactante y moderna escenografía digna de un espectáculo inolvidable, esta obra es y seguirá siendo una de las grandes manifestaciones artísticas maestras del siglo pasado en cuanto a ópera se refiere.
Sedes