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El profesor Óscar Oliveros, director de Bienestar Universitario de la Sede Bogotá de la U.N., dijo que el Protocolo es el resultado del esfuerzo colectivo de las diferentes áreas de la Universidad que conocen y atienden casos relacionados con este flagelo, además de integrantes del Observatorio de Asuntos de Género y de la Escuela de Estudios de Género.
Con esta herramienta la U.N. se convierte en la primera universidad del país en desarrollar una ruta de atención para los casos de este tipo que se presenten en la educación superior.
"El Protocolo está hecho para ser compartido con las instituciones que deseen sumarse a esta norma, para que se sensibilicen y sepan cómo actuar ante la violencia de género y definir acciones y mecanismos para tratarlos", afirmó el profesor Oliveros.
El Protocolo fue lanzado oficialmente ante estudiantes, docentes, directivas, invitados especiales y público en general. Natalia Guzmán, directora Nacional de Veeduría Disciplinaria de la U.N., explicó que la ruta de atención establecida cuenta con cinco etapas, con las cuales se busca responder adecuada y oportunamente frente a esas violencias; ofrecer apoyo y orientación jurídica, sicológica y en salud; dar herramientas para la denuncia; y surtir con diligencia procedimientos pedagógicos y disciplinarios.
También fija lineamientos para que la atención sea accesible, integral, diferenciada y confidencial, procurando la restitución de los derechos de la persona victimizada. Aplica para todos los integrantes de la comunidad universitaria: profesores, estudiantes y personal administrativo, y además dispone normas especiales para la atención de niños, adolescentes, contratistas y visitantes.
Durante el lanzamiento también se llevó a cabo un conversatorio sobre género y equidad en el que participaron Jineth Bedoya, periodista, y Lorenza Bordamalo, representante estudiantil del Observatorio de Asuntos de Género de la U.N. Respecto al tema se debatió sobre cómo los estereotipos asignados a hombres y mujeres están relacionados con la violencia de género e incluso la han perpetuado.
"La cultura dominante ha asignado roles pasivos, débiles y domésticos a las mujeres. De los cargos de elección popular solo el 12 % son ocupados por mujeres, y de todos los alcaldes únicamente el 9 % son mujeres", destacó la estudiante Bordamalo.
Por su parte la periodista Bedoya comentó que Colombia, al igual que todos los países de América Latina, sigue inmerso en un modelo patriarcal y machista que es evidente en muchos espacios. "Las víctimas de violencia de género y violencia sexual no están solas, es preciso respaldarlas. La sociedad también debe entender lo que verdaderamente significa igualdad y equidad, porque en ocasiones los modelos machistas son perpetuados por las mismas mujeres", detalló.
Destacó la creación del Protocolo de la U.N. como un gran paso para hacerle frente a estos tipos de violencia en los ámbitos educativos y como una herramienta valiosa para alzar la voz hacia la equidad y la inclusión. Así mismo manifestó su interés en promoverlo y compartirlo con diferentes universidades del país, para que sea usado como un referente.
El público también participó con sus preguntas sobre cómo detectar una situación de violencia, qué actos pueden ser considerados acoso y la forma de empoderar a las víctimas para que denuncien situaciones de maltrato físico o psicológico.
Al finalizar el evento se entregó un libro que incluye detalladamente el Protocolo, una cartilla con los lineamientos y un folleto sobre cómo activar la ruta de atención ante estos casos.