Así lo determinó Manuel Bernal Martínez, magíster en Musicología de la Universidad Nacional de Colombia (U.N.), quien encontró que aunque desde la década del noventa la rumba criolla es el aire folclórico oficial de Cundinamarca, sus orígenes se remontan a la capital del país a mediados de la década del treinta.
El investigador se dio a la tarea de desentrañar los orígenes tanto de este género "para lo cual ubicó, recopiló y estudió 58 obras representativas" como de la actividad musical de las tres principales orquestas bogotanas entre 1936 y 1948.
En aquella época, denominada por el investigador como la de la "rumba criolla fundacional", esta música se interpretaba en un formato de orquesta popular, conformada por cinco y hasta ocho integrantes.
"Dicho género, un movimiento muy grande en los salones de baile de todo el mundo, dependía muchísimo de las influencias antillanas que en ese momento llegaban a través de la radio, los discos y las partituras", explica el investigador.
Las primeras expresiones de la rumba nacional forman parte de una época desconocida para el país, debido a que las grabaciones que se hacían tenían como último fin las casas disqueras norteamericanas, y las que llegaban al público nacional no se producían directamente en Colombia sino que las matrices se enviaban a países como México, Argentina o Estados Unidos para que se imprimieran, por lo que se cuenta con muy poca bibliografía relacionada.
Con sabor local
Al ser introducida en la cultura nacional, los músicos del país tratan de impregnarle un sabor local a la rumba al asignarle no solo el adjetivo de "criolla", sino de incluir variaciones rítmicas provenientes de otros géneros.
A partir de lo observado y escuchado en las partituras y grabaciones, el investigador identifica en la rumba criolla características como letras alegres que narran historias de personajes populares de la clase urbana.
Sin embargo concluye que no existe un solo tipo de rumba criolla, sino que este es un término genérico que reúne piezas bailables que presentan algunas diferencias entre sí.
"Algo fundamental en los géneros musicales es que no permanecen estáticos sino que cambian con el tiempo. En este caso particular es un género que se desprende de una influencia comercial de la música antillana, filtrada además por las maneras en que se producía en Estados Unidos y Europa", señala el investigador Bernal.
Dentro de la investigación se propone una tipología en la que se clasifican cuatro tipos de rumba criolla según su estructuración rítmica: una relacionada con la influencia de géneros antillanos, otra con el porro, otro tipo con vínculos con el bambuco, y finalmente uno que reúne lo más característico del tipo criollo, en el que se clasificó al 87 % de las piezas estudiadas.
Piezas para el recuerdo
"Que vivan los novios / viva la alegría / que yo me iré ahora / con la negra mía", es el inicio de la que podría ser la pieza de rumba criolla más conocida.
También se consideraron la estudiantina Alma Colombiana, de Antonio Silva Gómez, y la Orquesta Garavito, en la participaba Milcíades Garavito, otro importante compositor, su hermano Alfonso y el cantante Gabriel Viña.
Después del periodo fundacional esta expresión musical, que aún está presente en algunas regiones, sufre un proceso de "folclorización" en el que cambia a nivel rítmico y de formatos en los que se toca, dejando de lado las orquestas populares de sus inicios.