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La quimera del oro fue el clásico del cine mudo que apreciaron los 1.000 habitantes de este municipio que asistieron a la proyección, en la que los oídos amañados con el vallenato abrieron su escuchar a un género universal, capaz de dar sentido y ambientar lo que los ojos ven. Dicha interpretación estuvo a cargo del conjunto de músicos del Conservatorio de la U.N.
La música del largometraje es original de Charles Chaplin, pero también utiliza fragmentos de famosas composiciones de la música clásica mundial. Uno de los más importantes es El vuelo de moscardón de Nikolaí Rimski, el cual complementa perfectamente las imágenes frías de los paisajes de Alaska, en los que el vagabundo va en busca de oro y en donde las circunstancias lo llevan a enfrentarse a un peligroso delincuente y a enamorarse de una bella mujer.
Esta historia trata de valores y de humanos que en situaciones extremas dejan fluir su valor real. En definitiva eso es lo que el grupo musical intentó transmitir.
La combinación musical esta vez fue diferente a la visita realizada por la orquesta completa en octubre del 2013, cuando el único profesor fue el maestro Voronkov. En este caso, la visita mostró un conjunto que ensambla no solo la música sino también la calidad de docentes y estudiantes. Un programa interesante que permite interactuar dos mundos, que aportan de manera diferente pero que tienen la misma importancia.
Para Guerassim Voronkov, director del ensamble musical, el cine mudo y la música instrumental son dos mundos muy cercanos que no dicen nada, pero que a su vez dicen mucho más que las palabras.
Dicha afirmación se apreció durante la presentación, cuando los niños asistentes, en medio de su asombro y encanto, fundieron sus risas con los ritmos de los instrumentos que recrearon la cómica historia de 1925. Aunque esta no ofreció una sola frase, despertó las emociones de los más pequeños, sin olvidar a los mayores, quienes al final se sintieron también como niños.
El maestro reconoció el riesgo de realizar este proyecto en un espacio abierto y frente a un público exigente musicalmente. "Tengo que decir que estos dos conciertos, el de anoche en Valledupar y el de hoy en Codazzi, nos han fortalecido y nos han madurado como músicos. Hoy nos arriesgamos a salir de los auditorios, en los que nacimos como artistas y donde se ha dado nuestro desarrollo profesional", afirmó el artista.
Éxito y satisfacción es lo que los vallenatos expresaron durante esta corta gira. El ambiente, el público y el paisaje fueron el montaje perfecto para un espectáculo que ya espera su tercera edición en el 2015, cuando el proyecto aspira clausurar, inaugurando a su vez la nueva Sede de la Universidad Nacional de Colombia en el departamento del Cesar.
De esta manera, la Universidad sigue haciendo presencia en la región, llevando una parte del potencial cultural del cual dispone. 2.500 personas aproximadamente fueron testigos de ese potencial durante las dos presentaciones realizadas en el departamento.
Este evento se realiza dentro de la línea programática orquestal internacional de la Dirección Nacional de Divulgación Cultural (DNDC) de la U.N.
La organización es de la DNDC, en asocio con el Conservatorio de Música de la U.N. y con el apoyo la Gobernación del Cesar, en el marco del proyecto "Fomento y difusión de la cultura en el departamento del Cesar".