Escudo de la República de Colombia Escudo de la República de Colombia
/La rickettsiosis nunca se fue de Colombia
Salud

La rickettsiosis nunca se fue de Colombia

    En la primera mitad del siglo XX fueron frecuentes los reportes de este conjunto de enfermedades transmitidas por garrapatas, pulgas, ácaros o piojos y que provocan fiebre, entre otros síntomas, pero en la década de 1950 empezaron a escasear, a tal punto que se creyó que había desaparecido. Sin embargo, una revisión histórica identificó casos de rickettsiosis en lo que va corrido del siglo XXI, el más reciente en 2021, lo cual exigiría que de nuevo los reportes sean obligatorios en el país.

    El médico veterinario Jerson Andrés Cuéllar Sáenz, de la Facultad de Medicina Veterinaria y de Zootecnia de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) Sede Bogotá, realizó una revisión histórica de medicina animal y humana de la rickettsiosis.

    “Estas pueden afectar a animales y a humanos. Son causadas por la bacteria Rickettsia rickettsii, transmitida por garrapatas, pulgas, piojos y ácaros. Estos parásitos, que solo infectan las capas superficiales de la piel (ectoparásitos), están implicados en la transmisión de esta bacteria que causa diversas enfermedades”, explica el veterinario, quien pertenece al Grupo de Investigación de Parasitología Veterinaria.

    En Colombia hay reportes de las rickettsiosis en las décadas de 1930 y 1940 con datos en algunos departamentos como Nariño, Santander y Cundinamarca. Luego los datos desaparecieron, un subregistro con poca importancia, pero que seguramente merecen la notificación obligatoria.

    Algunas bacterias del género Rickettsia son consideradas como patógenas, es decir que producen enfermedades; es el caso de R. rickettsii (provoca fiebre de tobia o petequial), R. prowazekii (causante de tifo negro o epidémico), R. typhi (causante de tifo murino o endémico), R. parkeri, R. africae y R. akari.

    Cada una de estas puede generar cuadros clínicos diferentes, caracterizados por fiebre y otros síntomas inespecíficos, por lo cual forman parte de las enfermedades febriles. Esto representa un reto en el diagnóstico, ya que se pueden confundir con otras afecciones que también generan fiebre.

    “En este caso se trata de una fiebre prolongada, de varios días, asociada con lesiones en la piel, ya que la bacteria ingresa en los vasos sanguíneos y los rompe, lo que refleja manchas rojas además de la fiebre. Su tratamiento constituye un reto porque no es una enfermedad común, en la que el médico piense cuando el paciente presenta fiebre. El desafío está en diagnosticarlas porque las herramientas no están en todo el país, los médicos las desconocen y se confunden con otras enfermedades”, expresa el médico veterinario.

    En el siglo XX hubo casos de este grupo de enfermedades en personas que vivían en 17 departamentos y 137 municipios de Colombia. En el rastreo realizado a documentos entre 1902 y 1985, y en algunos reportes, el investigador encontró letalidad hasta del 97 % para una de estas especies de Rickettsia.

    Una mirada al archivo

    El veterinario Cuéllar empezó su investigación con fuentes digitales disponibles como los repositorios de la UNAL, de la Academia Nacional de Medicina de Colombia y de la Organización Panamericana de la Salud, además de archivos físicos desde 1900 encontrados en la Biblioteca Nacional de Salud, la Biblioteca Nacional de Medicina y la Hemeroteca Nacional Universitaria. Esta recolección le tomó cerca de dos años.

    “Después de analizar la información se identificaron patrones como los departamentos en donde más se investigó la enfermedad: Cundinamarca, Nariño y Antioquia, y otros secundarios como Santander, Tolima y Caldas”, relata.

    En las décadas de 1920 a 1950 hay reportes, pero en las siguientes hasta 1980 los datos son escasos; luego se pierden y hacen que estas enfermedades –que probablemente se presentaban desde la época de la colonización española– pareciera que se detuvieran.

    “Las publicaciones obtenidas eran muy narrativas y con tintes literarios, con observaciones sentimentales y profesionales, los médicos hacían gala de su conocimiento en literatura y gramática para contar sus impresiones. El principal investigador fue el doctor Luis Patiño Camargo, padre del doctor José Félix Patiño, exrector de la UNAL ente 1964 y 1966”.

    En sus lecturas el investigador encontró reportes sobre la descripción geográfica, climática, condiciones de vivienda e idiosincrasia que parecían informaciones irrelevantes, pero que contenían aportes valiosos para comprender qué pasaba en ese contexto con las rickettsiosis.

    “Gracias a estos textos se observa que las enfermedades se presentaban más en personas que tenían contacto con animales domésticos, silvestres y sinantrópicos (como moscas, palomas, cucarachas o ratas), y los más afectados eran campesinos”.

    Con el cambio de siglo, en 2001, 2006, 2008 y 2009 se encontraron reportes de la enfermedad, es decir que nunca desapareció. “El hallazgo ofrece luces sobre estas enfermedades febriles”, expresa.

    En el análisis de la investigación se reflejan los precarios diagnósticos que impedían reconocer el grupo de enfermedades causadas por Rickettsia.

    Al respecto, el profesor Álvaro Faccini Martínez, de la Fundación Universitaria de Ciencias de la Salud y coinvestigador del trabajo del médico Cuéllar, anota que “después de los trabajos del doctor Patiño Camargo no se volvió a hablar de esta enfermedad. A la fecha, las rickettsiosis no son enfermedades de notificación obligatoria en Colombia. En ese sentido, el resultado les muestra a los decisores que un abordaje histórico no se puede dejar de lado”.

    Nunca se fue

    El profesor Faccini argumenta que “la investigación publicada es una prueba de la existencia de estas enfermedades en el país, y que involucra –o debería involucrar– la salud animal, humana y ambiental; las enfermedades por Rickettsia están ampliamente distribuidas en el territorio colombiano. Fue un trabajo interdisciplinar que ojalá sirva para demostrar que nunca se han ido, y que merecen una notificación obligatoria ante las entidades de salud colombianas”.

    El último reporte para Colombia encontrado en la literatura científica, publicado en 2021, se refiere al caso de un hombre de 50 años de Carepa (Antioquia), quien presentó una infección mixta por Rickettsia rickettsii y Leptospira interrogans serovar Copenhageni ST78, según resultados de la investigación del veterinario Cuéllar.