Así lo manifestó esta tarde en Villavicencio, el director del Centro de Pensamiento y Seguimiento al Dialogo de Paz de la U.N., Alejo Vargas, durante los minutos que junto a Fabrizio Hochschild, coordinador residente y humanitario de la ONU en Colombia, dedicaron para agradecer a los 503 participantes del primero de los cuatro foros sobre víctimas que se adelantarán en el país.
"La paz debe basarse en la memoria y dignidad de las víctimas", aseguró Hochschild.
En total acudieron al encuentro 40 jóvenes entre 13 y 24 años y hubo un 46 % de asistencia de mujeres.
Como conclusiones del foro, se dieron a conocer las propuestas de las mesas de trabajo, como por ejemplo, la creación de comisiones de la verdad y participación de víctimas, en las que se aborden crímenes de actores insurgentes y estatales, desplazamientos, entre otros.
En lo que tiene que ver con reconocimiento de responsabilidad y de víctimas, se habló de proponer una nueva ley que incluya lo regional y lo étnico y que las reconozca como sujetos de derechos y reparación, incluyendo aspectos de género y política (caso Unión Patriótica).
Con respecto a los desaparecidos, los participantes insistieron en que los subversivos deben indicar la ubicación y entregar los restos de los familiares. En cuanto a reparación y enfoque de derechos, se sugirió la creación de un ministerio que agilice este proceso.
Las víctimas son el centro
Personas y organismos se dieron cita durante estos tres días en la capital del Meta, para construir propuestas que puedan ser llevadas a la mesa de negociación en La Habana.
Esa es la expectativa de Lucero (a petición de la fuente se cambia el nombre por motivos de seguridad), una mujer proveniente de Calamar (Guaviare) que fue desplazada en la década pasada a Villavicencio, pero que decidió regresar.
Ella sufrió dos golpes contundentes por cuenta del conflicto: un hijo fue tiroteado por la guerrilla cerca de la capital del Meta y el otro, asesinado dentro de la ciudad. Una de las expectativas que ella tiene con respeto a la creación y consolidación de propuestas es que se le esclarezcan las razones por las cuales fueron atacados sus muchachos.
Por otro lado se encuentra Dumar Sánchez, quien, por causas del conflicto, salió de Puerto Alvira (Meta) y llegó a Villavicencio, donde adelanta estudios de mantenimiento de motos en el Sena.
Para él, será muy difícil encontrarse y perdonar a quienes le hicieron daño o dañaron a otras personas, sin embargo eso lo ve como un avance para lograr la paz. No obstante, advierte que tiene dudas sobre la posibilidad de que aparezcan grupos remanentes, similares a las llamadas Bacrim.
"Sería importante que las víctimas ahondáramos más en participación política, con partidos o movimientos", agregó.
En la capital del país también hay organizaciones y personas que han tomado la decisión de aportar a esta iniciativa. De Ciudad Bolívar llegó Luis Alfredo Machuca, quien, en representación de sus vecinos, promueve la inclusión de las víctimas del conflicto en esa zona.
"En la localidad, hay problemas que se deben solucionar, como educación, salud y vivienda, los cuales deben considerarse en la discusión", señaló.
Los periodistas
La labor del periodista (informar a la ciudadanía) se ha comprometido en gran medida con las víctimas y la defensa de los derechos humanos, al punto que muchos de ellos han sufrido los efectos del conflicto armado.
El actual director del Periódico del Meta, Jhon Alfonso Moreno, es un ejemplo de dicha realidad, debido a los dos hechos victimizantes que sufrió: en 2004, cuando se dirigía al municipio de Uribe, un grupo guerrillero hurtó el vehículo y los implementos del reportero, el fotógrafo y el conductor; y en 2005, las tres personas fueron retenidas por la insurgencia durante dos días hasta que fueron liberados por gestión del Comité Internacional de la Cruz Roja. A pesar de esto, el periodista decidió quedarse en el Meta a ejercer su oficio.
En su opinión, ser periodista, con esas características, es complejo en materia de garantías, sin embargo hay que seguir trabajando y denunciando.
El próximo escenario para escuchar a las víctimas será en Barrancabermeja (Santander) los días 10 y 11 de julio.