La libertad de los esclavos en el proyecto de Bolívar

Tras el segundo fracaso en la búsqueda de la libertad de su país natal, una lucha donde las diferencias raciales americanas no se creían un obstáculo para las intenciones republicanas, el libertador viajó a Haití, que entre 1794 y 1804 consiguió establecer una república negra y mulata. Frente a este mundo obtuvo un panorama más claro.

"Cito la segunda carta de Jamaica, donde creo que está la clave del asunto: "Los más de los políticos europeos y americanos que han previsto la independencia del Nuevo Mundo han presentido que la mayor dificultad para obtenerla consiste en la diferencia de las castas que componen la población de este inmenso país. Yo me aventuro a examinar esta cuestión aplicando reglas diferentes deducidas de los conocimientos positivos y de la experiencia que nos ha suministrado el curso de nuestra revolución", subrayó el profesor Almario García.

Claro entonces en el origen de las derrotas, se plantea como solución la eliminación de dichas clases. El primer paso: la libertad y ciudadanía como oferta para el esclavo que forme parte del ejército republicano.

Alexandre Petión, presidente de la Haití libre, apoyó la campaña por la independencia a cambio del compromiso explícito de Bolívar de dar libertad a su pueblo.

"Lo primero que hace, y siendo consecuente con esta trayectoria que se inicia en Jamaica, son las declaraciones de Bolívar sobre la libertad absoluta de los esclavos apenas se está en territorio venezolano y que efectivamente así lo hizo. Es esto lo que empieza a producir el cambio y el viraje de los negros hacia el proyecto bolivariano", puntualizó el investigador.

Existen otros componentes como el intento de Manuel Piar de llevar esta revolución en cabeza de los esclavos, como contrapeso al poder de los criollos en 1817. El general fue fusilado, y Bolívar habló ante su ejército "compuesto en gran parte por soldados negros y mulatos" sobre la igualdad, la libertad, la abolición de castas y las recompensas con justicia.

"Lo resumiría como el complejo asunto de explicar que la invención de lo criollo, ya en el momento de la independencia, se resuelve porque lo que hay que inventar es la nación, por lo tanto inventar la nación es disolver también lo criollo. Es decir, la disolución de las castas no es solo la disolución de las castas negras e indígenas y sus cruces, es que los criollos también necesitan ser disueltos en términos de identificados como criollos privilegiados. No de otra manera puedo entender en qué consiste realmente el proyecto bolivariano", explicó.

Insistirá en esto en la Constitución de Cúcuta, en la Gran Colombia de 1821, donde no aprueban la libertad absoluta por la presión por las grandes provincias esclavistas.

Cinco años después, tras la derrota de los ejércitos realistas en Ayacucho, el tema es la sostenibilidad de la república. Bolívar quiere regresar sobre las condiciones diversas, propias, de los pueblos americanos, y encuentra una solución en la fórmula del "cuarto poder". No bastaba, pues, la separación de poderes públicos tradicionales, tenía que existir un asunto moral para lograr una cohesión de estas castas enfrentadas. Para él, esto era el poder ejecutivo vitalicio, forma como Petión resolvió los enfrentamientos que amenazaban el proyecto independentista en su país.

"Extrañamente, Bolívar es como si cerrara un círculo que se inició en Haití, con el apoyo haitiano, y ahora recurre de nuevo a este para decir ahí está la fórmula", concluyó Almario García.

La lucha de Simón Bolívar por cumplir con la promesa de libertad a los esclavos comenzó en la Constitución de Cúcuta en 1821. Se comenzó un largo camino cuyo primer paso fue "libertad por etapas o libertad de vientres". Dos años más tarde se detuvo legalmente el comercio de esclavos y, finalmente, en 1851, se decretó la libertad de los esclavos a partir de 1852.