El músico y cantautor nacido en San Jacinto (Bolívar) recordó que por decisión de la exministra de Cultura Consuelo Araújo, "toda la música que se tocaba con acordeón estaba asociada con el sello de Valledupar, y el nombre natural para denominarla era "música vallenata", pero se ignoraba que en regiones como el viejo Bolívar (Sucre, Córdoba y Bolívar) el acordeón también formaba parte de la tradición musical en géneros como la cumbia y otros".
En 1969, un año después de la creación del Festival de la Leyenda Vallenata, Pacheco presentó La hamaca grande, "una heridita que se convirtió en música y que terminó uniendo a dos regiones que disputaban elementos trascendentales del folclor caribeño", afirma.
Acompañado de acordeón, guacharaca y caja, este juglar del vallenato confesó que aunque La hamaca grande es hoy una de las canciones más representativas de su carrera artística, y que logró ser aún más famosa en la voz de Carlos Vives "en el álbum "Clásicos de la Provincia", de 1993", es El viejo Miguel, grabada por los hermanos Zuleta, la que más lo emociona.
"Buscando consuelo, buscando paz y tranquilidad, el viejo Miguel del pueblo se fue muy decepcionado", inicia la letra de una composición que describe la tristeza que invadió a su padre Miguel Pacheco al perder a su esposa, Mercedes Anillo.
Mientras el "viejo" Miguel sucumbía ante el alcohol, su hijo "quien también es abogado" componía para él unos versos que describían su partida de San Jancito a Barranquilla, "buscando consuelo".
Para este juglar del vallenato los cantos de su madre todavía están presentes en su memoria, pues esos versos fueron los que le indicaron el camino que debía tomar, un recorrido en la música que inició a los seis años de edad, cuando compuso, a ritmo de puya, la Mazamorrita cruda, que solo hasta el año pasado terminó de componer.
Un recorrido por el Caribe
El objetivo principal de la Cátedra de Sede José Celestino Mutis: miradas múltiples del Caribe es ofrecer y promover la creación progresiva de espacios para conocer y debatir acerca de las opciones de construcción social de la Región Caribe, sus potencialidades y las oportunidades de mejorar su calidad de vida a partir de su historia natural, social y cultural.
La Cátedra aborda tres grandes ejes temáticos sobre el Caribe: lo histórico, cultural e identitario; el medioambiente, y el desarrollo. Para ello se invitan diferentes voces, de distintos sectores, que permitan mostrar esas múltiples miradas.
Para esta oportunidad los estudiantes tuvieron la fortuna de conocer de cerca al cantautor de otros grandes éxitos vallenatos como El mochuelo y Mercedes, emblemas de la cultura musical del Caribe colombiano.
En la Cátedra, el cantautor les explicó a los asistentes el surgimiento del vallenato como género musical en la antigua provincia de Padilla, hoy sur de La Guajira, norte del Cesar y oriente del Magdalena.
Los ritmos o aires musicales del vallenato como el paseo, el merengue, la puya, el son y la tambora retumbaron en el escenario del Auditorio Alfonso López Pumarejo, donde el compositor hizo un recorrido por cada uno de ellos entre palabras y sonidos.
La Cátedra surge del interés del Instituto de Estudios en Comunicación y Cultura (IECO) por la región y las diferentes miradas y voces que sobre ella puedan existir. Fruto de esa visión ya se han realizado las cátedras de Sede José Celestino Mutis: miradas múltiples a la Orinoquia 2017 y Jorge Eliécer Gaitán: miradas múltiples al Pacífico 2018.