“La ciencia se posicionó en el mundo para constituir liderazgos colectivos a favor de nuestra región”
Como presidenta de la Unión de Universidades de América Latina y el Caribe (Udual), organismo internacional que busca promover las relaciones entre las instituciones de educación superior de la región, la profesora Montoya resaltó la importancia de las relaciones bilaterales y la cooperación latinoamericana.
En el panel “La reinvención de la universidad y de la educación superior”, la profesora manifestó que la tercera Conferencia Mundial de Educación Superior de la Unesco, realizada en mayo en Barcelona (España), tuvo como marco reformular las ideas y prácticas de la educación superior para garantizar el desarrollo sostenible para el planeta y la humanidad, frente a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) con horizonte a 2030.
Indicó que la idea angular es vincular el devenir de la educación, a lo largo de la vida en general, al bienestar de nuestras sociedades y al cuidado de nuestra casa común. Esta premisa les exigió a las instituciones de educación superior (IES) leer sus contextos particulares y analizar los retos presentes y futuros del mundo globalizado, con el ánimo de formular propuestas que nutrieran los debates que se llevarían a cabo en dicho evento.
Según la Rectora, la pandemia por COVID-19 fue quizá el mayor catalizador en este ejercicio académico. “La profundización de las desigualdades, la aceleración de la internacionalización y la cooperación global, la ruptura de paradigmas de la educación tradicional, y la masificación de la virtualidad, son solo algunas de las muchas transformaciones vividas durante este periodo difícil para la humanidad; ellas explican el contexto actual y la urgente necesidad de consolidar políticas de Estado consecuentes con la educación que este nuevo mundo exige”.
La profundización de las desigualdades se hizo más latente en este tiempo, y la educación no ha sido ajena a ello, el déficit de financiación a los sistemas educativos pasó del 11 al 29 %. Los países de ingresos medios y bajos, como Colombia, sufrieron las consecuencias más nefastas de este aumento, ya que cerca del 80 % de sus jóvenes enfrentaron cierres de algún tipo en sus instituciones educativas.
Entre los elementos transversales que reúnen las preocupaciones de las IES de la región se encuentra la necesidad de que la educación se conciba como política de Estado.
“Este debe asumir un rumbo claro sobre lo que desea para su educación superior, en especial la pública. La existencia de una política de Estado no se reduce simplemente a un impulso a la financiación que atienda temas como la ausencia de cobertura, sino que también debe consolidar la visión que las sociedades tienen acerca del futuro de su educación”.
En relación con la construcción de unidad e identidad latinoamericana, la académica señaló que “la región latinoamericana y del Caribe debe emancipar su condición de dependencia y transitar hacia el liderazgo colectivo y transformador que brota en la gestión del conocimiento”.
Manifestó que el surgimiento de organizaciones como la Udual responde precisamente a la clara existencia de una identidad latinoamericana que se debe completar.
“Los esfuerzos que se han venido realizando son increíbles, sin embargo, siguen siendo insuficientes. La aparición de nuevas tecnologías y la conciencia de globalidad, en la que ahora se están formando las nuevas generaciones de profesionales, requiere que se profundicen los tejidos de cooperación internacional, sobre todo entre actores de una misma región”.
Agregó que “la experiencia nos dice que el diálogo de saberes es una de las herramientas más ricas para generar nuevo conocimiento. Su potencia transformadora permitirá que una gran nación latinoamericana y caribeña supere las capas que la separan y avance junta hacia una sociedad más sustentable y equitativa”.
Otros temas abordados por la Rectora fueron la defensa de la autonomía universitaria, la responsabilidad de liderazgo en la gestión del conocimiento para el bien común y la búsqueda de equidad en el camino hacia el desarrollo sostenible.
“Estoy convencida de que el futuro de nuestra región, que está siendo construido en estos momentos, depende enteramente de la decisión que tomen los actores vinculados a la educación. Tales decisiones deberán ser consecuentes con el espíritu de la universalidad del conocimiento, su democratización y la búsqueda compartida de soluciones a las problemáticas de los distintos territorios con el compromiso de proteger la dignidad y la vida de las personas, aportar al bienestar de todos y consolidar el progreso de nuestras naciones”, concluyó.