Klebsiella: genes de bacterias como esta ofrecen respuesta a la resistencia a antibióticos

Esta luz en medio del camino, que conduce a entender cómo actúan estas bacterias, se dio al emplear tecnologías de secuenciación del genoma que permiten entender cualquier base genética.

El profesor Jorge Alberto Cortés Luna, de la Facultad de Medicina de la UNAL, amplía que “identificamos que la bacteria no solo se multiplica, sino que además el gen también puede saltar a otra bacteria o a bacterias similares al mismo tiempo, de manera que se hace mucho más frecuente en la resistencia a antibióticos”.

La reciente alerta por la presencia de K. pneumoniae no es un fenómeno nuevo, y en otros momentos se han afrontado situaciones similares. Por ejemplo, durante la pandemia el país experimentó notables rebrotes causados por bacterias intrahospitalarias, las cuales están de forma natural en la piel y en el intestino, pero en las personas hospitalizadas, en especial aquellas que han pasado por cirugías, pueden generar infecciones en las vías urinarias, en la sangre, e incluso inflamaciones en los pulmones.

Un estudio realizado en 2021 con 952 pacientes con diagnóstico confirmado por COVID-19 en hospitalización general o unidades de cuidado intensivo mostró 389 casos de infecciones por bacterias secundarias. La lista la encabezaba K. pneumoniae con 193 casos, seguida de Escherichia coli con 105 casos, Pseudomonas aeruginosa con 80, y Staphylococcus aureus con 58 casos.

La profesora Aura Lucía Leal Castro, del Departamento de Microbiología de la Facultad de Medicina de la UNAL, explica que aunque K. pneumoniae es una bacteria que “coloniza” con frecuencia los organismos de las personas, lo que preocupa es cuando esta adopta una característica multirresistente.

“Ella adquiere una enzima –que son proteínas– que le permite romper o destruir los antibióticos de uso hospitalario. Estas no suelen estar en la comunidad, se asocian en especial con instituciones como los centros médicos”, dice.

Indica además que la diferencia clave entre una bacteria convencional y una multirresistente radica en la genética. Estas últimas tienen genes específicos que las hacen “más fuertes” y es por eso que resisten a múltiples antibióticos como la penicilina.

Esto se entiende por brote

Un brote se define como un aumento repentino en la frecuencia de una infección específica en un entorno hospitalario. El profesor Cortés dice que, “ante la detección de un aumento en la incidencia de cualquier evento, ya sea diarrea, fiebre u otros síntomas indicativos de una infección, se inicia una exhaustiva investigación de brotes. Por esta razón, los hospitales implementan sistemas de vigilancia que monitorean de forma continua los casos entre los pacientes”.

La confirmación de un brote implica análisis detallados de cada caso, en los que se utilizan técnicas moleculares para determinar si las bacterias involucradas comparten similitudes genéticas. Este procedimiento, según la profesora Leal, “permite establecer la conexión entre los casos y confirmar que se trata de un brote”.

Factores de riesgo y estrategias de prevención

Problemas en la higiene hospitalaria, falta de cumplimiento por parte del personal de salud o pacientes con sistemas inmunológicos comprometidos, es decir, que tienen sus defensas bajas, pueden ser una de las causas de los brotes. Para evitarlos, los expertos sugieren:

• Para los centros de salud: identificar de forma temprana los pacientes que han sido colonizados por estas bacterias, mejorar su aislamiento e intensificar la higiene de zonas como las UCI.
• Para las personas en general: incrementar la higiene, en especial de las manos, que son las que con frecuencia tienen un primer contacto con cualquier elemento médico.