Jóvenes entrenados por la UNAL desarrollaron prótesis robótica
La prótesis se puede controlar por impulsos nerviosos. Foto: Laboratorio UNLab 4.0.
Los jóvenes beneficiarios del programa provenían de diferentes territorios. Foto: Laboratorio UNLab 4.0.
Con el enfoque planteado los estudiantes no solo aprenden teoría, sino que además aplican sus conocimientos en proyectos prácticos con impacto real. Foto: Laboratorio UNLab 4.0.
El programa se desarrolla a través de diplomados presenciales de 120 horas. Foto: Laboratorio UNLab 4.0.
El laboratorio UNLab 4.0 forma parte de la Facultad de Ingeniería de la UNAL Sede Bogotá. Foto: Laboratorio UNLab 4.0.
En este programa los estudiantes no solo aprenden teoría, sino que además aplican sus conocimientos en proyectos prácticos con impacto real, un enfoque que les ha permitido lograr desarrollos de manera autónoma, pero teniendo siempre el acompañamiento de los mentores para usar herramientas según el problema, de tecnologías tanto blandas como duras, la impresión 3D o el prototipado, tarjetas de sistemas embebidas, microcontroladores y sensores actuadores, entre otros.
Un ejemplo de ello es el desarrollo de una prótesis de bajo costo para uno de los beneficiarios que perdió su antebrazo en un accidente eléctrico. Para hacerla realidad, diseñaron la mano según las medidas y la ergonomía del brazo y antebrazo del paciente, se proyectó en simulación 3D y luego lo pasaron a impresión.
La prótesis robótica se logró gracias al ingenio de los jóvenes para aprovechar las herramientas brindadas por el programa, además de materiales de bajo costo que les permitieron lograr un prototipo económico.
La prótesis es solo uno de los muchos proyectos innovadores que han surgido del programa, pues los estudiantes de UNLab también han trabajado en una amplia gama de desarrollos tecnológicos, explorando por ejemplo la generación de energía verde y la pirolisis, ampliamente usada para tratar residuos y generar energía.
La Cuarta Revolución Industrial, o Industria 4.0, se caracteriza por integrar tecnologías digitales avanzadas con sistemas físicos y biológicos, no solo para optimizar procesos industriales, sino también para ofrecer nuevas oportunidades para resolver problemas complejos y mejorar la calidad de vida de las personas. Esa fue una de las apuestas del convenido liderado por la UNAL.
El profesor Jhon Freddy López Medina, coordinador del Laboratorio UNLab 4.0 –junto con su colega Pablo Enrique Rodríguez, de la Facultad de Ingeniería de la UNAL–, explica que el programa surge como respuesta a los retos académicos, laborales, de salud pública y ecológicos en el marco de la Industria 4.0.
“Nuestro objetivo es quebrar las brechas de desigualdad que surgen de cada revolución industrial”, explica el docente. Por eso el enfoque innovador del programa es desarrollar habilidades del siglo XXI a través de un nuevo modelo educativo basado en la Ingeniería.
El programa se desarrolla a través de diplomados presenciales de 120 horas, dictados en territorios en donde Ecopetrol tiene operaciones, y en ellos se abordan temas como lenguajes de humanos y máquinas para el diseño de mundos.
“Ellos empiezan a trabajar en la prótesis desarrollando mejores niveles de lectoescritura con rigor intelectual, académico y científico, lo que les permite profundizar en los conocimientos aunque no sean expertos, para luego empezar a compararlos en ejercicios de práctica a partir del prototipado”, manifiesta el gerente general del convenio.
El éxito del programa radica en su enfoque integral y flexible, lo que se refleja, por ejemplo, en el testimonio de Damaris Forero Díaz, una joven de 18 años de Puerto Wilches que se unió al programa por curiosidad cuando aún estaba en el colegio, quien explica que “fueron procesos de formación sobre distintos campos transversales, no solo trataban matemáticas o programación, y esa aproximación nos permitió explorar diversas áreas y encontrar nuestra pasión”.
Para ella la experiencia dejó un gran impacto en su vida: “sinceramente una de mis opciones antes de conocer UNLab era no estudiar ninguna carrera y montar un pequeño café internet. Pensar en la inversión económica que se debe hacer para ingresar a la educación superior me desanimaba, teniendo en cuenta que vengo de un pueblo donde no hay oportunidades de formación”, relata.
Sin embargo, gracias a las oportunidades abiertas por el programa Jóvenes 4.0, Damaris ganó una beca y el próximo semestre iniciará sus estudios de Medicina en la UNAL Sede Bogotá.